Por Bertha Sola/CINVESTAV
Cada una de las siete
mil moléculas tiene características propias.
Humo de tercera mano hace mucho daño.
Te has preguntado ¿por qué donde alguien fuma, se queda el
olor a cigarro?
Muchos de los compuestos tóxicos que contiene el humo del
cigarro pueden depositarse sobre muebles, paredes, piso, ropa, cualquier objeto
del entorno del fumador. Incluso él mismo; otros individuos pueden entrar en
contacto con éstos compuestos a través de la piel, luego absorberse y
transportarse a todo el organismo por el torrente circulatorio.
Este proceso se le denomina: “humo de tercera mano” o
“cuando el cigarro se apaga” con consecuencias nocivas para la salud, alertan
científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
De acuerdo con Arnulfo Albores Medina, investigador del
Departamento de Toxicología del Cinvestav, la toxicidad del humo del tabaco es
tan compleja, como el número de productos químicos que contiene y que resultan
en numerosas patologías.
Para Albores Medina la exposición al humo que no es inhalado
ni por el fumador activo ni el pasivo, es preocupante, pues las moléculas
producidas por la combustión del tabaco permanecen en el ambiente durante mucho
tiempo. Éstas pueden sufrir modificaciones al oxidarse y transformarse en
compuestos diversos y diferentes a los que les dieron origen, cuya naturaleza
ni imaginamos, por lo que desconocemos los efectos que causen a la salud.
Hasta el momento no se han estudiado todos los tóxicos
contenidos en el humo del cigarro y sus posibles consecuencias, señala Albores
Medina. Recordó que el humo del tabaco es una mezcla compleja que contiene
alrededor de siete mil productos químicos, entre ellos el cadmio, arsénico,
benceno, tolueno, hidrocarburos aromáticos policíclicos; muchos de ellos
clasificados como carcinógenos, además de nicotina, el compuesto responsable de
la dependencia.
Cada una de las siete mil moléculas tiene características
propias, de tal manera que algunas son solubles en agua y otras en lípidos, por
lo que tienen efectos diferentes en la salud. En este caso, el humo que queda
en los objetos atraviesa la piel y se incorpora a la circulación sanguínea,
porque la dermis permite el paso de compuestos lipídicos.
Hay moléculas que tienen cierta reactividad y otras forman parte de nuestro
organismo, y no necesariamente van a causar algún problema. Sin embargo, altas
concentraciones de otros tóxicos y/o de sus mezclas, sí nos pueden dañar.
Muchos de ellos, solo requieren que unas pocas moléculas entren al organismo en
el momento propicio para que alteren a una célula y, si ésta no puede
controlarla, causa un daño tal que, con el paso de tiempo que pueden ser años,
el individuo desarrolle una enfermedad grave.
Por ejemplo, señala Albores Medina, el arsénico que contiene el humo del
cigarro genera cáncer de piel, pero pueden pasar hasta 20 o 30 años para que se
manifieste. No todos los compuestos presentes en el humo del tabaco generan
efectos similares, ni al mismo tiempo, pues cada uno afectará al organismo de
acuerdo con sus características y a las particularidades de el o los individuos
expuestos; por ejemplo, género, edad, estado de salud, nutricional, etcétera.
El tabaco ocupa el primer lugar como agente causante de enfermedades
prevenibles. En México al menos 10 por ciento del presupuesto en salud se
destina al control de enfermedades provocadas por el humo del tabaco como:
enfisema, problemas circulatorios, renales, reproductivos, pulmonares, y
diferentes tipos de cáncer, en el que destaca el de pulmón.
Aunque en 2011 el comercio de tabaco legal mexicano aumentó
el tipo impositivo hasta 62.8 por ciento sobre el precio total del producto
comercial, la medida resultó en una disminución de ingresos y un aumento, de 2
a 17 por ciento en tabaco de contrabando de diferentes países; en 2012 cerca de
340 millones de paquetes de cigarrillos entraron ilegalmente en el país. El
costo de la atención sanitaria a las enfermedades relacionadas con el tabaco
fue de 48 mil millones de pesos en 2010, mientras que el Impuesto Especial a la
Producción y los Servicios fue de 37 mil 208 millones de pesos en 2014.
El tabaquismo es un padecimiento social que representa una
prioridad nacional en problemas de salud. Al fumador le representa una alta
probabilidad de padecer enfermedades crónicas y a aquellos que le rodean,
igualmente se constituye en una agresión que puede afectarles notablemente,
disminuyendo la calidad de vida generando problemas de atención, económicos y
de desbalance familiar. Para el país, es un costo muy alto tanto directamente
como por la disminución en la productividad de los enfermos. Es necesario
diseñar estrategias que cada día sean más efectivas para disminuir el consumo
de este producto, concluyó Arnulfo Albores.