jueves, 20 de julio de 2017

Especialista del ISSSTE refuta mitos contra la Vacunación



La Paz, BCS.- “A pesar de los beneficios probados de los esquemas de vacunación en todo el mundo, y en particular con el éxito y posibilidad de erradicar enfermedades como viruela y casi erradicar mundialmente la polio, en años recientes hemos enfrentado una ola de renuencia a la vacunación sistemática de nuestra población infantil”, comentó el pediatra José Luis Ortega González, adscrito al Hospital General del ISSSTE en BCS.

El médico especialista atribuye esta situación a que “las vacunas son víctimas de su propio éxito. El hecho de que nuevas generaciones de padres e inclusive de personal de salud, nunca hayan visto un caso de las graves enfermedades que previenen las vacunas, es uno de los facilitadores para tratar de evitarlas”.
K. Kupferschmidt, escribió recientemente en la revista Science (abril 2017): El novelista y autor de libros infantiles Roald Dahl (Charlie y la Fábrica de Chocolates), escribió una carta abierta describiendo como su hija Olivia sufrió sarampión cuando tenía 7 años. Olivia parecía estar mejorando, él estaba sentado en su cama, enseñándole a hacer animales con limpia pipas, cuando notó que tenía problemas para coordinar los movimientos de sus dedos. “¿Te sientes bien? Le pregunté” “Me siento con sueño, respondió ella. Una hora más tarde estaba inconsciente y 12 horas más tarde había muerto”. Esto sucedió en 1962, un año antes de que apareciera la vacuna de sarampión. Olivia murió de una encefalitis por virus de sarampión. Dahl escribió la carta en 1986, dirigida a las autoridades de salud del Reino Unido, esperando que ayudara a persuadir a los padres para que vacunaran a sus hijos y en el 2015, volvió a circular durante el brote que inició en Disneylandia y afectó a más de 100 niños.
El médico se refirió a los múltiples temores que se han infundido en los padres para impedir que vacunen a sus hijos: “Aquí voy a tratar de mencionar algunos de los más frecuentes y su correspondiente aclaración: MMR causa autismo por contenido de timerosal (Hg). El timerosal, un compuesto a base de mercurio, se utilizaba en algunas vacunas que se presentaban en frascos multidosis para evitar que se contaminaran con bacterias los frascos. En la actualidad, el timerosal se retiró de las vacunas y las de presentación multidosis son poco comunes. El contenido de mercurio en las vacunas era tan bajo, que era inferior al que puede ingerir un niño directamente de su alimentación diaria, ya que es un elemento que se encuentra en forma libre en la naturaleza. Estudios con cientos de miles de niños de diferentes países y conducidos por múltiples investigadores en estudios perfectamente diseñados, han demostrado que la afirmación de que se relacionen con autismo es completamente falsa”.
Contenido de aluminio. El aluminio que se agrega a las vacunas es un adyuvante, es decir una sustancia que aumenta la respuesta inmune (de defensa) a la vacuna. La cantidad que contienen es demasiado pequeña para causar daño De hecho, los bebés que consumen leche materna, reciben en los primeros seis meses de vida, 10 mg de aluminio, los que toman fórmula 40 mg y las vacunas les proporcionan en los mismos seis meses solo 4 mg. Siempre se tienen niveles circulando de aluminio en la sangre y después de aplicadas las vacunas ni siquiera se modifica el volumen circulante, pues es un elemento que se elimina rápidamente por los riñones. Por tanto, la cantidad de aluminio contenido en las vacunas es completamente seguro.
Cantidad de vacunas aplicadas al mismo tiempo. Para algunos padres, el hecho de que un bebé reciba múltiples de dosis de vacunas en una sola visita puede parecer excesivo y una sobrecarga para el sistema de defensa de bebé. Para cuando un bebé cumple los dos años, habrá recibido en el programa actual, un total de 25 dosis de vacunas. Esto no es nada para el sistema inmune del bebé, que a diario entra en contacto con miles de microbios distintos que recibe de su medio ambiente y que son los que van activando y poniendo en alerta a su propio sistema de defensa.  Por ello, aun tomando en cuenta que en cada vacuna existe más de un elemento que hace reaccionar al sistema inmune del bebé, ésta exposición resulta mínima, comparada con la que resulta del contacto cotidiano con el medio ambiente.
Reacciones alérgicas. Algunos componentes de las vacunas pueden tener riesgo de provocar reacciones alérgicas en personas sensibles. Por ejemplo, las vacunas de influenza pueden tener proteínas de huevo, pero las preparaciones actuales permiten reducirlas a un nivel ínfimo, de tal manera que las personas alérgicas al huevo, actualmente pueden ser vacunadas. No obstante, se recomienda que recipientes de vacuna alérgicos al huevo, permanezcan en servicio de vacunas por lo menos por 30 minutos para descartar cualquier reacción.
También se usan antibióticos en la producción de lagunas vacunas para evitar contaminación, pero el tipo de antibióticos utilizados, no son del tipo a los cuales las personas pueden ser habitualmente alérgicas.
Un par de vacunas utilizan células de levaduras en su fabricación, la de hepatitis B y la de virus de papiloma, pero son purificadas de dichas células al final de su proceso. Aun así, si quedara una cantidad ínfima, el riesgo de alergia a la misma es solo teórico, pues personas alérgicas a pan por ejemplo, no reaccionan a la levadura.
Como se puede ver, la mayoría de mitos contemporáneos que han surgido respecto a la seguridad de las vacunas son infundados. No debemos permitir que estos temores sigan evitando que nuestros niños reciban la protección necesaria contra enfermedades terribles que causan sufrimiento y limitaciones a veces permanentes a quienes las padecen en el mejor de los casos, o la muerte en el peor de ellos.

Finalmente, el médico pediatra del ISSSTE, José Luis Ortega González, recomendó: “Acudamos con confianza con nuestros niños a los puestos de vacunación que nos corresponden, el servicio en nuestro país sigue siendo gratuito y uno de los más fuertes pilares institucionales para la prevención de enfermedades y como adultos responsables pongamos también el ejemplo en recibir las vacunas que durante la etapa adulta debemos tener al corriente. Con ello, no solo la salud de nuestros menores y la nuestra propia se verá beneficiada, sino nuestras comunidades enteras”.