Por Bertha Sola/Bayer
Un descanso insuficiente o de mala calidad es un problema
serio con graves consecuencias a nivel físico, emocional y labora.
El cansancio y deficiencia de sueño afectan la calidad de
vida.
Factores como el sedentarismo, la obesidad y el estrés
favorecen el dolor nocturno, el cual obstaculiza disfrutar un sueño suficiente
y de buena calidad.
Los dolores nocturnos interrumpen el ciclo del sueño, lo que
a su vez intensifica el dolor y tiene graves consecuencias como depresión,
mayor vulnerabilidad a accidentes y menor productividad.
Para miles de mexicanos la hora de dormir se ha convertido
en la hora del dolor. Y es que factores cada vez más comunes como el sedentarismo,
el estrés, las malas posturas y la obesidad detonan molestias en cuello,
hombros y espalda, las cuales impiden conciliar el sueño o lo interrumpen, con
las importantes consecuencias físicas y emocionales que ello implica advierte
el Dr. Alfredo Covarrubias, Director General y Fundador del Centro Nacional
para la Educación en Dolor.
Para combatir esta situación y favorecer un descanso
suficiente y de buena calidad, Bayer lanza Flanax Nocto, único tratamiento en
México que combina un analgésico (Naproxeno sódico) y un antihistamínico
(Difenhidramina) para así eliminar los dolores musculares y articulares hasta
por 12 horas, favoreciendo, al mismo tiempo, el descanso durante la noche.
“El Naproxeno Sódico pertenece a un grupo de medicamentos
conocidos como antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), los cuales bloquean la
producción de unas sustancias llamadas prostaglandinas, que tienen un papel
importante en los procesos de dolor, fiebre e inflamación. En cuanto a la
Difenhidramina, se trata de un antihistamínico con propiedades sedantes
(provoca sueño), de manera que favorece un descanso profundo”, explica la Dra.
Paola Maldonado, Maestra en Bioética y Gerente Médico en Bayer de México.
Un descanso insuficiente o de mala calidad es un problema
serio con graves consecuencias a nivel físico, emocional y laboral, que incluso
pueden poner la vida en peligro. Diversos estudios demuestran que el cansancio
y deficiencia de sueño afectan el razonamiento, la capacidad para resolver
problemas y la atención a los detalles, lo cual ocasiona que la persona tenga
un menor rendimiento laboral y, aún más grave, presente mayor riesgo de sufrir
accidentes.
“A nivel emocional, quien no ha dormido lo suficiente está
de mal humor, lo que afecta sus relaciones personales y, con el paso del
tiempo, puede ser más propenso a sufrir depresión. Además, la falta de sueño
aumenta el riesgo de padecer obesidad, enfermedades del corazón e
infecciones.”, explica el Dr. Covarrubias, ex Presidente pasado y Coordinador
del Consejo Consultivo de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento
del Dolor.
A su vez, la obesidad y el estrés son importantes factores
de riesgo para desarrollar dolores musculoesqueléticos. De tal manera: quien
sufre dolor duerme poco y su sueño es de mala calidad, por lo que queda
atrapado en un círculo vicioso en el cual el dolor se hace cada vez más intenso
y cada vez es más difícil descansar adecuadamente.
“Por ello, es sumamente importante romper el ciclo de
dolor-sueño insuficiente e inadecuado, pues al reducir la intensidad de las
molestias físicas mejora la calidad del sueño y así la persona disfruta al
máximo los beneficios restauradores de éste. De no hacerlo, el dolor y el
cansancio empeorarán, junto con las consecuencias que ello implica”, señala el especialista.
Lamentablemente el dolor y el sueño inadecuado se han vuelto
tan cotidianos que menospreciamos su impacto e, incluso, no lo consideramos un
problema. Muestra de ello es que, de acuerdo con un reciente estudio, sólo 42%
de los mexicanos que son durmientes pobres se consideraban como
tales, subraya el Dr. Covarrubias.