domingo, 23 de julio de 2017

Perro sano y feliz, con amor y cuidados


Por Bertha Sola

La forma de contagio de una enfermedad entre animales y humanos inicia con el contacto estrecho.
Visita a tu veterinario, regálale salud hoy y siempre.

En el marco del Día del Perro, que se celebra en nuestro país cada 22 de julio, vale la pena reflexionar que en cada caricia y muestra de afecto, los perros y gatos no sólo transmiten amor, compañía, lealtad y protección a sus dueños. Con cada abrazo las fieles mascotas también pueden transmitir diferentes parásitos, como las garrapatas, que pueden “brincar” a algún integrante de la familia. Y como todos esos parásitos también hospedan sus propias bacterias, esas muestras de sincero amor pueden traducirse, tarde o temprano, en severas lesiones o enfermedades de tipo hepático, respiratorio o renal, que pueden finalizar en la muerte. 
 ¿Amor igual a contagio?  
La forma de contagio de una enfermedad entre animales y humanos inicia con el contacto estrecho entre las especies sin tener un cuidado de higiene y prevención.  Y los niños son particularmente “blanco fácil” de los parásitos al mostrar ese cariño incondicional con su mascota a través de los juegos y besos a sus perros o gatos.   
Existe también el contagio derivado del contacto directo con pulgas, piojos, ácaros y garrapatas. Un ejemplo que comúnmente aplica para nuestras mascotas favoritas es el simple hecho de acostarse en el pasto de parques donde los perros defecan.  
Ante esto, la recomendación más efectiva (y sencilla) es la limpieza de manos después de jugar con nuestras mascotas.  
Más allá de la rabia. De acuerdo con cifras oficiales, la rabia sigue siendo la enfermedad transmisible de los animales al hombre (zoonosis) con mayor espectro de gravedad. Si bien a la fecha no se tiene dato de decesos humanos por esta causa, tan sólo el año pasado fueron aplicadas 15 millones de dosis antirrábicas a perros y gatos, como medida preventiva ante este padecimiento.  
Pero hay muchos otros padecimientos zoonóticos  que el hombre corre el riesgo de adquirir al estar en contacto con una mascota con una higiene deficiente.  
Es posible detectar infección mediante la larva migrans que se presenta en gusanos redondos como ascáridos y ancilostomas, misma que si no se detecta a tiempo, puede viajar por debajo de la piel del humano e incluso llegar al ojo, ocasionando lesiones tan severas como la ceguera permanente de quién lo padece, generalmente menores de edad. Otra zoonosis son las taenias (pertenece al grupo de gusanos planos), que propician la cisticercosis.  
Así como el médico familiar o general es el encargado de la revisión primaria del paciente humano, el médico veterinario es la vía adecuada para determinar si es necesario realizar pruebas especiales para un adecuado diagnóstico de un eventual riesgo sanitario para los dueños de las mascotas. Y ello es una tarea de prevención.  
Más vale (y es más barato) prevenir, que lamentar  
De acuerdo con el Dr. Fausto Reyes Delgado, Director Médico del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, es de vital importancia que los propietarios lleven a sus mascotas a visitas regulares al veterinario, pues el desconocimiento de que sus perros o gatos presenten pulgas, garrapatas, ácaros y protozoarios (que son parásitos microscópicos) puede propiciar una enfermedad en ellos mismos. Por ejemplo: existe el llamado “gusano del corazón”, cuyos síntomas son de tipo cardiaco y respiratorio;  intolerancia al ejercicio, tos y molestia al respirar. Y esto que es un factor negativo para la calidad de vida de la mascota, si no se atiende a tiempo, puede ir más allá afectando la salud del propio dueño.
Ante esto, la prevención con visitas periódicas y de control al veterinario se vuelven simplemente, indispensables.