domingo, 6 de agosto de 2017

Consejos para una Relación Estable, Larga y Feliz


Por Gerardo de la Garza Ortega

Quizá uno de estos consejos, te puede cambiar la vida…
¡Hola!  ¿Cómo te va, mi distinguido y amigo lector?  Espero que el día de hoy sea excelente y maravilloso.


Los matrimonios más felices se basan en tres principios importantes: la humildad, el arrepentimiento y el perdón.  En esta ocasión te vamos a dar algunos consejos para incorporar estos principios en tu matrimonio.  Esperemos que el espacio nos rinda, si no, terminamos la siguiente semana.
Hay un dicho en el matrimonio que reza así:  “los primeros 50 años son los más duros”.  Todas las parejas tienen desacuerdos y desafíos.  Cada cónyuge comete errores.  Sin embargo, hay principios que, cuando se ponen en práctica, pueden ayudar a construir y fortalecer cualquier matrimonio.
Lo primero es reconocer que la única persona a la que puedes cambiar, es a ti mismo.  Con fe, esfuerzo y la ayuda de Dios, cualquier persona puede experimentar un cambio en su corazón, actitud e incluso hábitos.  He aquí en seguida algunos consejos:
Mantén a Dios como el número uno.  En la medida en que ambos cónyuges se esfuercen en seguir los mandamientos de Dios, se mantendrán unidos.  Mantenerlo a Él a la cabeza del matrimonio ayudará a conservar las prioridades correctas en la vida.
De hecho, estoy convencido, en lo personal, que el problema que se muestra de la gran cantidad de divorcios que hay, hoy en día, es provocado precisamente a este primer punto, la falta de Dios en sus vidas.
Siguiente consejo.  Comprométete a perdonar.  Tu cónyuge puede hacer cosas que son hirientes, pero ten en cuenta a la persona entera, no solo la acción que hace daño.
Recuerda los rasgos de la personalidad que te gustan de él, de ella, que admiras y aprecias.  Sé sensible y ten compasión por tu pareja.  Entender la razón detrás de un acto que hace daño, es la mitad de la batalla ganada.
Recuerda: el perdón no es justificar o decir que una acción estuvo bien, solo significa que el dolor ya no va a tener el control sobre ti.  Con el perdón sincero tú y tu cónyuge estarán en mejores condiciones para seguir adelante. 
Este consejo es bien importante.  Aférrate al perdón.  No te desanimes con residuos emocionales.  Un recuerdo doloroso no elimina todo el trabajo difícil que un cónyuge ha puesto para recibir el perdón.
Tómate un momento para revisar el proceso de perdón de nuevo y recordar no solo por qué tú perdonaste, sino también la paz que sentiste al tomar la decisión.
Te voy a decir algo más.  Cuando perdones, te convertirás en el hombre más feliz de todo el universo.  Prueba y me darás la razón.
Este otro consejo se basa en desarrollar nuestra confianza absoluta, en la confianza que Dios nos dio al permitirle el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo, por nosotros que el perdón es posible.
Confía en que, como nosotros perdonamos, Dios va a hacer que de alguna manera las cosas marchen bien.  Él también te dará la fuerza cuando parezca imposible perdonar por tu cuenta.
Aunque el tema está interesantísimo, recuerda que estoy limitado en espacio, por lo que, quedamos pendientes para la próxima semana, para los últimos consejos.
Ya me voy, por lo que, voy a cerrar así, como siempre:
...y a seguir pataleando, ¡porque no hay de otra!
Bibliografía consultada:
Traducido y adaptado al español por Maia Fernández del artículo original en inglés "Gaining a happier marriage through humility and forgiveness" de la autora Ramona Siddoway.
Si quieres hacerme un comentario, puedes mandarme un correo a: mottivare@gmail.com