martes, 8 de agosto de 2017

Diagnóstico anticipado del Alzheimer evita el deterioro cognitivo prematuro


Por Bertha Sola/Asofarma

El Alzheimer, que representa el 70% de los padecimientos geriátricos con alta prevalencia dentro de las enfermedades neurodegenerativas.
Estar alerta ante síntomas comunes como los olvidos.

De acuerdo con la OMS, más del 90% de los casos de Alzheimer se desarrollan después de los 65 años, ante este panorama, el desarrollo y preparación de especialistas en neurología, geriatría y/o psiquiatría especializada en gerontología, son imprescindibles para  dar un tratamiento médico preciso y oportuno para mejorar la calidad de vida del enfermo y su familia, informó el Jefe de la Unidad de Neuropsiquiatría del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México, Jesús Ramírez Bermúdez. 
Por lo que el diagnóstico del Alzheimer es crucial, de esta forma  el especialista puede determinar si el paciente tiene un problema de memoria objetivo; o se trata de un cuadro emocional como ansiedad, depresión e incluso de otros padecimientos neurológicos como la enfermedad cerebral-vascular, hidrocefalia, tumores o  hematomas, explicó el experto. 
Aunado a está inspección médica, se debe de tomar en cuenta  la genética y la edad, conforme se envejece se aumenta la probabilidad de padecer Alzheimer. A los 60 años aproximadamente el 1% de la población va a padecer alguna demencia -principalmente Alzheimer-, pero cada 5 años se duplica esta frecuencia. 
Además de tomar en cuenta  otros factores  como los traumatismos craneoencefálicos, la depresión, algunas enfermedades endocrinas como el hipotiroidismo o lo que se conoce como riesgo vascular, es decir, el sedentarismo y la obesidad, agregó el doctor Ramírez Bermúdez. 
Dijo, lamentablemente hasta ahora no existe forma de prevenir el Alzheimer. Sin embargo, hay procedimientos clínicos de evaluación física, pruebas de laboratorio y los cambios característicos en el razonamiento, el funcionamiento diario y el comportamiento asociados con cada tipo de demencia para detectarlas a tiempo y tratar de retardar su desarrollo. 
Refirió, constituye un problema creciente  y por ello se continúa investigando el impacto de otros factores de riesgo en la salud del cerebro y la prevención del padecimiento. Algunas de las áreas más activas de investigación en la reducción de riesgos y la prevención incluyen antecedentes cardiovasculares, el estado físico y la alimentación. 
La transición de la senectud hace inevitable y nos advierte sobre la presencia  de una enfermedad compleja como el  Alzheimer, y sobre todo cómo debemos hacer frente a un padecimiento neurodegenerativo que produce muerte celular en diferentes regiones de la corteza cerebral y otras estructuras del sistema nervioso y que desafortunadamente siempre conduce a la muerte en un periodo variable de aproximadamente 9 años. 
Además, destacó el doctor Ramírez Bermúdez, de estar alerta ante síntomas comunes como los olvidos y conforme la enfermedad evoluciona, se llega a un estado que se llama afasia, apraxia y agnosia que acompañan a la amnesia. 
Afasia: trastorno del lenguaje, a los pacientes les cuesta trabajo encontrar palabras, dicen una palabra por otra, a veces les cuesta trabajo comprender el lenguaje de los demás. 
Agnosia: significa trastorno de la percepción, algunos pacientes tienen dificultades en estas etapas intermedias para reconocer objetos comunes, objetos cotidianos que pueden ser las llaves de un auto, puede ser un libro, etc., es decir, lo ven pero no saben lo que ven. 
Apraxia: el paciente va perdiendo habilidades aprendidas previamente como andar en bicicleta, tocar un instrumento musical, la escritura, dibujar, los pacientes van perdiendo paulatinamente estas habilidades. 
Amnesia: deterioro de la memoria. 
Por ello destacó, es importante priorizar en el abordaje farmacológico y hoy existen excelentes opciones como  la memantina, de acuerdo a los consensos de especialistas en neurología, geriatría y psiquiatría, tiene puntos de utilidad importantes; también hay estudios que demuestran  que puede retrasar la progresión de la enfermedad y que puede tener una mejoría sintomática, es decir, que algunos pacientes tienen una mejora en funciones cognitivas, como la memoria y otras funciones. 
Además, la memantina también puede ser muy útil para mejorar las alteraciones neuroconductuales, ayuda a disminuir problemas como la agresividad, depresión, alucinaciones o ideas delirantes, que se presentan en algunos pacientes, finalizó doctor Jesús Ramírez Bermúdez, Jefe de la Unidad de Neuropsiquiatría del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México.