Revista de Medicina e Investigación Elsevier
El planeta se
encuentra experimentando un cambio climático a gran escala, cambio que ha
favorecido el aumento del nivel del mar, de la temperatura de los océanos, de
la intensidad de los huracanes, de los ciclones, de las tormentas, de la
deforestación, del traslado de plantas o de animales, aunado al importante
transporte aéreo de los seres humanos, en conjunto ha creado las condiciones
adecuadas para que el vector Aedes aegypti (A. aegypti) sea el transmisor de 3 virus:
el virus
del dengue, de chikugunya y de Zika, causantes de episodios
epidémicos de enfermedades, cada vez más preocupantes, de las que en esta
editorial comentaremos. Disponible online: http://www.veterinaria.org/revistas/redvet
En el año 2013, el escenario de transmisión de enfermedades
infecciosas virales, causadas principalmente por el culícido de las tribus Aedini,
Aedes y,
particularmente, sus especies A. aegypti ha cambiado significativamente y,
hasta ese año, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) habían reportado
un total de 2.386.836 casos de dengue en América. En el año 2014, gracias a la
gran movilidad en la región, se empezaron a reportar casos en diferentes
países, muchos de los cuales tenían ya las condiciones ecoepidemiológicas
idóneas para la transmisión, no solo de dengue sino también de chikungunya.
A finales de ese año, Francia notificó 2 casos autóctonos, confirmados mediante
pruebas de laboratorio en la parte francesa de la isla caribeña de San Martin.
Este fue el primer brote documentado de fiebre chikungunya con transmisión autóctona en América.
Disponible online: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs327/es/
Desde entonces, se ha confirmado la transmisión local en más de
43 países y territorios de América, y en los 2 años posteriores ya se habían
registrado 1.379.788 casos sospechosos de chikungunya en las islas del Caribe, los países de
América Latina y los EE.UU.; en el mismo periodo se han atribuido 191 muertes a
esta enfermedad. En Canadá, México y los EE.UU., en donde también se han
registrado casos importados. Con todo ello, se adiciona entonces a la
endemicidad del dengue y la de chikungunya, en muchas regiones. Es
decir, Aedes transmite
y permite la cocirculación en América de dengue y de chikungunya.
En 2014 se contabilizaron 1.176.529 casos de dengue (el 49% menos que en 2013),
pero con 1.110.034 casos de chikungunya. Esto significa que las
especies de Aedes transmitieron
más de 2,2 millones de casos de alguna arbovirosis en 2013 (dengue) y lo
mantuvieron en 2014, con 2,2 millones también (de dengue y de chikungunya).
El vector parece que ha sido tan eficiente para transmitir dengue como ahora chikungunya.
Infortunadamente, el problema no termina allí. Sin aún tener bajo un verdadero
control la situación con chikungunya, se presenta una amenaza
inminente, la llegada de un tercer arbovirus, también transmitido por Aedes,
el virus de Zika. Disponible online: http://archivosdemedicina.com/medicina-defamilia/no-era-suficiente-con-denguey-chikungunya-llegtambinzika.pdf
El 7 de mayo de 2015, la OPS emitió una alerta sobre el
potencial de transmisión del virus de Zika en Brasil. Esto ahora se ha
confirmado con la amplia propagación de la enfermedad, lo que subraya el
potencial del virus de Zika a extenderse a nivel global, de forma similar al
del dengue y del chikungunya. Si se analiza cómo se ha
propagado el chikungunya y asume que Zika puede hacerlo en
forma similar, una vez se extienda a otros países de la región, especialmente
considerando lo rápido que se ha extendido dentro del territorio brasileño, en 2016
una considerable fracción de la transmisión de arbovirus por el Aedes será de Zika. Estas arbovirosis son
entonces amenazas emergentes, por múltiples razones. Si bien dengue produce más
muertes, chikungunya también puede conllevar a esto. Chikungunya a diferencia de lo que ocurre en
dengue, conlleva a secuelas, a complicaciones crónicas, especialmente de
importancia el reumatismo inflamatorio crónico, y el compromiso neurológico en
la población pediátrica, que puede quedar con déficit neurocognitivo, con todo
ello representando una importante carga de discapacidad. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.jiph.2015.06.001
La directora general de la Organización Mundial de la Salud,
resume los resultados de la reunión del Comité de Emergencia, convocado el día
1 de febrero de 2016, en relación con los casos de microcefalia y el síndrome
de Guillain-Barré, después de examinar y comparar los datos, del reciente
conglomerado de casos de microcefalia y de otros trastornos neurológicos
descrito en Brasil, con el registro similar de casos de microcefalia en 2014 en
la Polinesia francesa, constituye un «evento extraordinario» y una amenaza para
la salud pública de otras partes del mundo.
Se consideró necesaria una respuesta internacional, coordinada
para minimizar la amenaza en los países afectados y reducir el riesgo de una
mayor propagación internacional. Lo cual es un reto mundial para el control del A.
aegypti y sus
transmisores virales. Disponible online: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs327/es/