Por Bertha Sola
La fibra dietética es una parte comestible de las plantas
que es vital para la salud digestiva.
El consumo de fibra dietética provee otros beneficios a la
salud.
Los granos enteros como el trigo contienen abundantes antioxidantes,
vitaminas, minerales, carbohidratos complejos y aminoácidos que en combinación
con la fibra dietética proveen los mecanismos que promueven la salud digestiva
y brindan protección contra diversas enfermedades como la obesidad y la
diabetes.
¿Qué es la fibra dietética?
La fibra dietética es la parte comestible de las plantas que no puede ser
digerida, tal como la celulosa y el salvado, y se considera vital para la salud
del sistema digestivo, comenta Rocío Río de la Loza, Health Coach.
La fibra está naturalmente presente en alimentos enteros o integrales de
origen vegetal como las frutas, los vegetales, las raíces y tubérculos, las
hojas verdes, las nueces, las legumbres, las semillas, y los cereales. Así como
en productos de panificación elaborados a base de harina de grano entero tales
como el pan de trigo integral. Adicionalmente, en algunos casos se incorporan
fibras funcionales a alimentos procesados como yogurts, embutidos, panes
comerciales, pastelillos y helados.
Estrictamente hablando la fibra dietética no se considera un nutriente
porque no puede ser absorbida por el cuerpo y no contiene calorías, entre otras
cosas.
Durante mucho tiempo se pensó que solamente participaba en procesos
fisiológicos como la función intestinal. Sin embargo, recientemente se ha
consagrado una amplia rama de la investigación a comprender el verdadero rol de
la fibra dietética en la nutrición humana, el desarrollo del organismo y el
papel que juega en la prevención de enfermedades.
Estudios clínicos y epidemiológicos han demostrado que el consumo de fibra
dietética y de granos enteros está inversamente relacionado con la diabetes
tipo 2, la obesidad, el sobrepeso, las enfermedades cardiovasculares y el
cáncer.
Fibra dietética para una buena digestión:
La fibra dietética promueve una buena digestión porque incrementa el
volumen de las heces, normaliza los movimientos peristálticos (que se encargan
de mover la comida a través del intestino), regula la defecación (la cantidad
de veces que vas al baño), promueve la eliminación de residuos y despeja y
limpia el tracto digestivo. Por tal motivo, una dieta alta en fibra se
recomienda para prevenir estreñimiento, hemorroides y divertículos.
Fibra dietética para mantener la microflora intestinal benéfica:
La fibra no es descompuesta en el estómago ni absorbida por el intestino
delgado por lo que pasa casi intacta al intestino grueso donde microorganismos
terminan de fermentarla. Durante este proceso se producen ácidos grasos de
cadena corta, lo cual reduce la inflamación en el tracto gastrointestinal y
fortalece al sistema inmunológico.
Por ejemplo, un estudio encontró que la fibra dietética puede alterar la
microbiota (flora microbiana normal) tanto de los intestinos como de los
pulmones, influenciando de manera positiva la respuesta inmunológica ante una
alergia y reduciendo la inflamación en las vías respiratorias.
Fibra dietética para un buen metabolismo:
El consumo de fibra dietética provee otros beneficios a la salud además de
regular el movimiento intestinal. Como tarda más en ser descompuesta, la fibra
de los granos enteros brinda sensación de saciedad, manteniéndote sin hambre
por más tiempo y alejándote de los antojos entre comidas.
Asimismo, la fibra dietética retarda la liberación de glucosa en el flujo
sanguíneo, disminuye los niveles de colesterol malo (LDL), reduce la presión
arterial y combate el aumento de peso.
Podemos concluir que una dieta rica en fibra dietética te hará sentir más
liviana y menos inflamada y te ayudará a reducir los gases y el dolor abdominal
en general. Adicionalmente, prevendrá desórdenes gastrointestinales, disminuirá
tu riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y será un apoyo para mantener un
peso corporal saludable.