martes, 1 de agosto de 2017

Ojo con el sol del verano


Por Bertha Sola/Consejo Optometría México

Entre 12 y 15 millones de personas padecen ceguera por cataratas.
Cuida tus ojos del agua y los reflejos del sol.


Con la llegada del verano, el calor, las albercas y el mar nos llaman para tomar unas merecidas vacaciones, sin embargo, es muy importante no descuidar nuestra salud visual, ya que la radiación solar, el aire acondicionado y las piscinas pueden generar irritaciones,  infecciones y hasta quemaduras. La protección adecuada, cuidado y asesoría profesional son la clave.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, entre 12 y 15 millones de personas padecen ceguera por cataratas y de éstas se calcula que hasta un 20% está ligado a la exposición solar, de ahí la importancia de usar lentes de sol con filtro UV nivel 2 o superior.
“El ojo en condiciones normales es capaz de protegerse de la luz excesiva, pero en algunos ambientes, como la playa o la nieve puede dificultarlo. Es recomendable el uso de lentes polarizados con filtro ultravioleta. En la actualidad existen una gran variedad de materiales para armazones y micas con tratamientos especiales como anti-reflejante o anti-rayas que se pueden adaptar a cualquier actividad recreativa”, explica la licenciada en optometría Ana Lilia Gabriel Mendoza, vocera del Consejo Optometría México.
Toma en cuenta que algunas superficies como la arena blanca reflejan mucho más la luz solar. Acudir con un licenciado en optometría para saber si tus lentes se adecúan a tu destino será un gran acierto para disfrutar los días soleados.
Evita la resequedad. Es común que cuando visitamos lugares turísticos estemos en contacto con el aire acondicionado, sobre todo si vamos a zonas cálidas; el clima artificial provoca que la lágrima se evapore con mayor rapidez, por lo que es recomendable evitar contacto directo prolongado con este ambiente y parpadear regularmente para mantener el ojo lubricado, además de auxiliarse con un lubricante ocular con el fin de evitar el ojo seco.
Cuidado con el agua. Descansar junto a la piscina o zambullirse en el mar sin duda es relajante y divertido, sin embargo, la reacción con la sal, el cloro y otros químicos presentes en las albercas pueden generar irritaciones, resequedad e incluso infecciones como blefaritis o conjuntivitis. Para tratar estos casos es aconsejable enjuagar el ojo con solución salina, pero si el problema persiste es indispensable consultar con un especialista.
La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, generalmente causada por virus, bacterias o una alergia, la conjuntiva puede resultar inflamada debido a una reacción alérgica al polvo, el moho, la caspa animal o el polen. La luz ultravioleta de una soldadura eléctrica de arco, una lámpara solar o incluso la intensa luz solar reflejada en la nieve pueden irritar también la conjuntiva
“Usar goggles protectores, los cuales pueden estar graduados, y evitar estar largos periodos de tiempo en el agua es ideal para conservar una buena salud visual en vacaciones. Además, se recomienda a la personas con lentes de contacto no usarlos en la alberca, ya que pueden atrapar bacterias y ocasionar infecciones”, aconseja la Licenciada en Optometría.
Evalúa el terreno. Para actividades de senderismo o montañismo hay que tomar en cuenta la superficie a explorar, ya que de acuerdo al terreno puedes usar gafas con lentes espejeados para la nieve, y con filtros diseñados especialmente para actividades como campismo, caza o bicicleta.
Las vacaciones deben ser un periodo que nos permita recargar energía para nuestras actividades diarias, y con el correcto cuidado puede ser una gran experiencia. El Consejo Optometría México invita a los vacacionistas a disfrutar de su descanso sin desatender su salud visual y recuerda la importancia de la visita anual con el licenciado en optometría para evitar complicaciones.