Por Bertha Sola/Hablemos claro
No hay relación directa de padecimientos cardiovasculares y
el consumo regular de huevo.
“A pesar de la preocupación que existe en torno del consumo
del huevo y la creencia de que eleva el colesterol en sangre, la evidencia
científica nos ha demostrado que no hay relación entre las enfermedades
cardiovasculares y su consumo regular”, afirmó la doctora Ruth Pedroza,
integrante del grupo académico Hablemos Claro.
El grupo Hablemos Claro está conformado por científicos
expertos en tecnología de alimentos y ciencias de la salud, que brinda información
con evidencia basada en la ciencia para apoyar a los consumidores en la toma de
decisiones del ámbito alimentario.
En entrevista, la también profesora e investigadora del
programa de Ingeniería de Alimentos del Departamento de Ingeniería Química, Industrial
y de Alimentos de la Universidad Iberoamericana, explicó que en los años
recientes se han popularizado varios mitos en relación con el consumo del
huevo; sin embargo, la mayoría de estas ideas no cuentan con respaldo
científico y son falsas.
“Hasta el momento no tenemos ningún estudio científico donde
se demuestre una relación directa entre las enfermedades cardiovasculares y el
consumo regular del huevo; lo que sí está demostrado es que este alimento
aporta una gran variedad de nutrimentos”, señaló.
Pedroza explicó que el huevo es un alimento rico en proteína
de alta calidad, por lo que contribuye a aumentar la saciedad; es decir, la
sensación de plenitud experimentada después de comer, por lo que una persona
que desayuna huevo cotidianamente estará satisfecha más tiempo, lo que puede
repercutir en una ingesta menor de calorías.
Otro de los beneficios de consumir huevo regularmente
–agregó– es la variedad de nutrimentos que contiene como vitamina D, vitamina
B12, ácido fólico y selenio, que se han asociado con la prevención de
condiciones crónicas, tales como enfermedades cardiacas, aumento de la presión
arterial, deterioro cognitivo y defectos de nacimiento.
Un estudio británico encontró que los adultos que consumían
tres o más huevos por semana tuvieron ingestas significativamente más altas de
vitaminas B12, A y D, niacina (vitamina B3), yodo, zinc y magnesio, en
comparación con los no consumidores.
Respecto de la seguridad alimentaria, la experta explicó que
es importante tener en cuenta ciertos factores al momento de utilizar este
alimento en el hogar y señaló que “los huevos pueden contener Salmonella, una
bacteria relacionada con brotes de intoxicación alimentaria por lo que es muy
importante que, siempre que manipulemos un huevo, nos lavemos muy bien las
manos pues esta bacteria puede encontrarse en el cascarón”.
Explicó que los cascarones no deben ser lavados porque están
cubiertos por una capa protectora, conocida como cutícula, la cual impide que
las bacterias entren a través de los poros del cascarón. “Si los huevos están
sucios y necesitan ser lavados, se recomienda utilizarlos inmediatamente, por
otro lado, los huevos rotos no deben consumirse y los cascarones deben ser
desechados”, destacó.
Otro factor a tomar en cuenta es que la bacteria Salmonella
se destruye con el calor, por ello se recomienda consumir el huevo con una
cocción adecuada; es decir, a una temperatura mínima de 70°. Actualmente, la
Organización Mundial de la Salud (OMS), desalienta el consumo de alimentos que
contengan huevos crudos o poco cocidos.
Finalmente, agregó que consumir un huevo diariamente, dentro
de una dieta sana y equilibrada, proporciona proteínas de alta calidad y una
serie de vitaminas, minerales y otros nutrimentos importantes para la salud,
pero recomendó a la población acudir con un especialista en nutrición para
obtener un plan alimenticio adecuado y reiteró que no hay alimentos buenos o
malos, sino dietas correctas o incorrectas.