El poner el membrete de la asociación
de escritores sudcalifornianos,
como comparsa, único eco y aval que encontraron
los diputados locales para tender su cortina de humo, le valió a Domingo
Valentín Castro Burgoin que le dieran el premio del ganador absoluto en la
composición de un himno para Baja California Sur.
La convocatoria hecho por el Congreso
del Estado, fue de lo más cuestionada por la opinión pública.
Una entidad con múltiples y graves
situaciones sobre las que urge legislar, además de muchos rezagos que atender
en materia de iniciativas de Ley, pero los diputados cierran su ejercicio con
el concurso de un Himno.
Por si fuera poco, la Legislatura a
la que Valentín Castro sirvió de comparsa, se caracterizó por corrupta y
mediocre.