miércoles, 19 de septiembre de 2018

Madero, Anaya y Cortés sabían de los “moches”: Ruffo




El panista Ernesto Ruffo, aspirante a la dirigencia nacional. Foto: J. Raúl Pérez.

Por Álvaro Delgado
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Ernesto Ruffo suelta la carcajada. Lo pone de buenas que Gustavo Madero niegue que, bajo su presidencia en el PAN, numerosos diputados federales y dirigentes de su partido se corrompieron con los “moches”.
“¡Cuáles moches! ¡Dime dónde están! ¡Dime cuándo! ¡Dime uno!”, se ofuscó el senador Madero, en entrevista con Proceso, pero Ruffo reacciona con humor.
–¡Ja ja ja! Perdón por la risa –dice y, ya serio, desmiente a Madero, presidente del PAN entre 2010 y 2015, sobre este esquema de corrupción–. Él dejó que los operaran diputados que estaban en su grupo parlamentario y se hizo el occiso.
–¿Solapó los moches?
–Sí, aquí peca tanto el que mata la vaca como quien le agarra la pata. 
Ruffo, aspirante a la presidencia del PAN, investigó como miembro de la Comisión Anticorrupción de su partido las quejas que presentaron presidentes municipales por tener que pagar comisiones a los diputados federales que les asignaron recursos para obra pública.
A él le correspondió el caso de Yucatán, cuyo presidente estatal, Raúl Paz, fue identificado como uno de los operadores de los moches, pero aunque presentó el resultado de su investigación a la comisión presidida por Luis Felipe Bravo Mena y a la Comisión Permanente, ese personaje fue postulado como candidato a senador y ya está en funciones.
“Le entregué un documento a la Comisión Anticorrupción y las conclusiones de esa investigación las comenté en la Comisión Permanente, precisamente cuando se estaba integrando la lista de los candidatos plurinominales”, revela Ruffo.
–¿Y no pasó nada?
–No, yo se lo narré: el señor Raúl Paz aparecía en todas las líneas de investigación como la parte central de todas las conexiones en Yucatán. Se lo dije porque estaban haciendo consideraciones para integrar a esa persona a la lista de candidatos. 
De hecho, recuerda el actual diputado federal, en esa sesión de la Comisión Permanente, presidida por Damián Zepeda, estuvo presente Paz, pero nada dijo.
–¿Entonces la Comisión Anticorrupción y la Comisión Permanente supieron que este personaje estaba implicado en los moches y no pasó nada?
–Exactamente, no pasó nada. Estaba implicado desde el punto de vista de que el fenómeno de los moches, en el rastreo de toda la operación que se realizó, indicaba a todos los integrantes de la red. Inclusive algunos de ellos exalcaldes que eran integrantes del comité directivo estatal del PAN de Yucatán, que presidía Raúl Paz.
El escándalo estalló en la legislatura 2012-2015, cuando el coordinador de los diputados federales panistas era Luis Alberto Villarreal y Jorge Villalobos vicecoordinador, con Madero como presidente y Ricardo Anaya miembro de la bancada, pero continuaron en la siguiente legislatura, cuyo coordinador fue Marko Cortés, actual candidato a presidir el PAN.
“Por eso involucro yo a Marko Cortés, porque él supo, igual que la Mesa Directiva del grupo parlamentario del PAN y de todos los demás grupos”, subraya Ruffo, quien recuerda el esquema perverso:
Nace de un acuerdo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados para transferir recursos del Ramo 23 para cultura, deporte y pavimentación de los municipios del país.
A cada uno de esos renglones se le asignó 5 mil millones de pesos para un total de 15 mil millones, por lo que a cada uno de los 500 diputados le correspondieron 30 millones de pesos para que decidiera a qué municipio darle apoyo.
Hubo diputados que dispusieron transferir los 30 millones a un municipio, a través de los gobiernos estatales, pero otros prefirieron incurrir en corrupción, condicionando la entrega de esos recursos a cambio de una comisión o moche.
“Y entonces es cuando le dan el 10% en efectivo de los 30 millones, 3 millones por año. Pero para que esto suceda quiere decir que la Junta de Coordinación Política, donde están todos los coordinadores de los grupos parlamentarios, están de acuerdo”, subraya. 
“A los que yo exonero son a esos diputados que sabían que tenían esa capacidad de asignación y tal cual se lo dieron a su presidente municipal y no se metieron en mayor bronca: ni se pelearon con su coordinador, porque había una mayoría de diputados que apoyaban a ese coordinador, y a los diputados limpios no les quedaba más que hacer eso y se acabó.”
Subraya: “La operación del grupo parlamentario estaba manchada con los moches y sus autoridades, los coordinadores, por igual. Entonces, que Madero diga que ‘cuáles moches’… que no se haga el occiso”.
Este esquema no existiría sin el aval de la SHCP, cuyo titular con Enrique Peña Nieto fue José Antonio Meade, candidato presidencial del PRI – “que se ufanaba de ser una blanca paloma”– “y Madero simplemente dejó que siguiera pasando”.
–¿Así se compensó a los que votaron en el Pacto por México?
–Sí, por eso digo yo que Madero se hizo el occiso, el muertito. Pero tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata.