La justicia es ciega, se aplica en
forma equitativa y con el mismo racero para todos los ciudadanos; no obstante,
esa premisa no está reñida con el humanismo que la gente espera encontrar en
los encargados de procurar y administrar la justicia.
En nuestra entidad, el presidente del
Tribunal Superior de Justicia, Daniel Gallo Rodríguez, se distingue por su
disponibilidad, siempre al alcance de la ciudadanía.
No está por demás decir, que el hecho
de que el magistrado presidente escuche a la gente, no compromete para nada la
impartición de justicia.