Pide al gobierno estatal y a los
municipales mayores recursos para los Refugios para mujeres violentadas.
La Paz, Baja California Sur, a 2 de
Diciembre de 2018.- Al concluir noviembre, “instituido como Mes de la No
Violencia contra las Mujeres”, la Diputada Soledad Saldaña Bañales invitó a la
sociedad sudcaliforniana, así como a sus compañeros y compañeras de la XV
Legislatura “a seguir visibilizando las
conductas que violentan y transgreden los derechos humanos de niñas y mujeres,
pero sobre todo, a estar atentas y atentos a de generar desde el trabajo
parlamentario, un marco legal cada vez más armónico, más eficiente y eficaz que
prevea y sancione la violencia en contra de las mujeres en Baja California
Sur”.
La legisladora manifestó que sus palabras,
su actuar y su pensamiento como
ciudadana y en estos momentos como representante popular en el Congreso del Estado siempre han estado y
estarán con las mujeres que diariamente
enfrentan casos de violencia psicológica, física, patrimonial, económica, de
pareja, política o cualquier otra que lesionen o sean susceptibles de dañar la
dignidad, integridad y vida de las mujeres”.
Dijo que la lucha en contra la violencia
hacia la mujer “la debemos de dar todos los días, en todos los espacios de la
vida social, económica y política de nuestro estado. Quienes somos
representantes populares, las autoridades de los tres niveles de gobierno, la
sociedad en general, debemos hacer unión de propósitos para hacerle frente a
este complejo problema que afecta sensiblemente a miles de mujeres en la
entidad”, aseguró la Diputada Saldaña Bañales.
Soledad Saldaña demandó del Gobernador del
Estado y de los alcaldes de Comondú, Mulegé y La Paz y de las alcaldesas de Los
Cabos y Loreto para que revisen sus presupuestos “y destinen los recursos
necesarios para la operatividad y funcionamiento a lo largo de los 365 dís del
año de los refugios temporales para mujeres que sufren violencia”, ya que se
encuentra establecido en la Ley el cumplimiento por parte de las autoridades
estatales y municipales de impulsar políticas y acciones de tipo preventivas
hasta la puesta en actividad de los refugios como espacios confidenciales y de
alta seguridad para las mujeres, sus hijas e hijos que son víctimas de la
violencia”.
Sostuvo que como sociedad en pleno Siglo
XXI “no hemos podido ganarle la batalla a la violencia. Seamos conscientes que se
encuentra incrustada en todos los ámbitos de la estructura social mexicana”.
Subrayó que es cierto que las políticas y ls leyes ayudan mucho, “pero no son
suficientes si no logramos involucrarnos en este grave problema en las familias
por medio de una nueva cultura que incida desde los planes educativos a
temprana edad y que la prevención cause los efectos en todas las
manifestaciones de violencia”.