Diez camiones chinos que compró
Armando Martínez Vega al cierre de la administración panista en el municipio de
La Paz, resultaron una estafa; a menos de un año de haber entrado en operación,
se descompusieron.
Tanto el entonces director de
servicios públicos, Martín Guluarte, como Martínez Vega, fueron informados en
su momento de lo inadecuado de tales máquinas para ser usadas en la recolección
de basura.
No obstante las advertencias,
hicieron la compra, que ahora se sabe, fue a un sobre precio de lo normal.
Esta compra fraudulenta, no es la
única anomalía que se ha descubierto en el Ayuntamiento presidido por el
panista Martínez Vega, donde una élite de allegados al primer edil, se
sirvieron con la cuchara grande de los dineros públicos.
En servicios públicos, en agua
potable y en la mayoría de las direcciones, hay rastros del cochinero y
trapacerías que se cometieron.
Sin embargo, llama la atención que el
actual alcalde, Rubén Muñoz Álvarez, permanezca con marcada tibieza, sin poner
siquiera una demanda por lo judicial.
La gente no se conforma con oír al
presidente municipal, repartiendo culpas y pidiendo paciencia ante las
deficiencias en agua, drenaje, alumbrado, recolección de basura.
La ciudadanía clama justicia, castigo
para los responsables directos de los fraudes y hasta para los solapadores.
Vamos, que se empiece a poner orden de una vez por todas.