El delegado de la SCT en BCS, Julio
César Medellín Yee, ya se gastó todo el presupuesto del 2019, pero no se ve en
qué; las obras significativas, apenas están iniciando.
Fueron 723 millones de pesos en este
año, más otros recursos adicionales que completaron la cifra de 840 millones,
es decir un 17 por ciento más.
Lo más seguro, bueno para las maromas
con los dineros públicos, que Medellín haya metido todo el presupuesto al
mantenimiento de carreteras, algo difícil de comprobar en auditorías y que por
supuesto, la gente local sabe que no se ha hecho.
Las obras importantes apenas están
iniciando, como la ampliación de 5 kilómetros en un tramo carretero entre
Vizcaíno y Guerrero Negro en donde se aplican 30 millones, así como el arranque
de la obra de la ampliación de la carretera La Paz-Pichilingue, con un concepto
bianual que en este año recibirá 70 millones y quedará concluida en noviembre
del 2020.
En tanto, el tramo La Paz-Ciudad Constitución
lo tiene abandonado, cosa que es un crimen.