domingo, 3 de junio de 2018

Diagnóstico oportuno previene consecuencias del hígado graso



Por Bertha Sola/AMH/Medix       
Aunque lo padecen más las personas adultas sin distinción de género, cada vez es más frecuente su diagnóstico en niños menores de 14 años.
Buena alimentación puede prevenir el hígado graso.

El hígado es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo. Ayuda al organismo a digerir los alimentos, almacena energía y elimina toxinas.
Existen muchos tipos de enfermedades hepáticas como las hepatitis, enfermedades causadas por drogas, venenos o toxinas o por ingerir demasiado alcohol. como enfermedad por hígado graso y cirrosis, cáncer de hígado, enfermedades hereditarias como hemocromatodis y la enfermjedad de Wilson.
El hígado graso es un padecimiento en aumento, considerado entre la primera y segunda causa de enfermedad crónica hepática y que su progresión lleva a desarrollar cirrosis hepática (no siempre ligada al consumo de alcohol) y posteriormente a la necesidad de un trasplante de hígado.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Hepatología (AMH), el hígado graso es la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en los hepatocitos (células hepáticas). Es decir es el exceso de grasa en el hígado, y se favorece por obesidad, padecimientos metabólicos e hiperlipidemias, también por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas o medicamentos, lo que puede llevar a la inflamación del hígado, con la posibilidad de desarrollar fibrosis y finalmente terminar en el daño hepático crónico o cirrosis (5ta. Causa de muerte en México), muy similar a la que se produce en las personas que consumen cantidades importantes de alcohol.
La Dra. Graciela Castro Narro, Hepatóloga miembro de la AMH indica: “En este momento lo padecen más las personas adultas y no hay una diferencia clara en cuanto a género, desafortunadamente, se está viendo que es cada vez más frecuente en niños, por lo que establecer hábitos saludables desde la infancia es de suma importancia. Debemos de trabajar mucho en esto, porque es algo que aunque tienen que ver factores genéticos, también tienen que ver factores ambientales. Debemos llevar una alimentación adecuada, hacer ejercicio y una vida sana en general”.
Los factores metabólicos que pueden producir enfermedad hepática grasa no alcohólica son: el síndrome metabólico, obesidad, diabetes tipo 2 y dislipidemias.
Considerando que la obesidad y la diabetes en particular se han convertido en emergencias epidemiológicas en el país, instancias como la Asociación Mexicana de Gastroenterología (AMG) y la AMH suman esfuerzos para promover la detección, prevención y tratamiento del hígado graso.
“Siempre habíamos trabajado de manera aislada ambas asociaciones, así que es muy importante unir fuerzas y sumar diferentes especialidades para que se detecte a tiempo este problema, se prevenga y se trate a los pacientes. También están participando otros especialistas como gastroenterólogos pediatras, nutriólogos, psicólogos, endocrinólogos, ya que en conjunto se pueden alcanzar los mejores resultados”, asegura la Dra. Castro Narro.
Se recomendó también que las personas que padecen que padecen diabetes, hipertensión, dislipidemias, sobre peso y obesidad, chequen su hígado, para prevenir y evitar complicaciones mayores.