Por Bertha
Sola/AMH/Medix
Aunque lo
padecen más las personas adultas sin distinción de género, cada vez es más
frecuente su diagnóstico en niños menores de 14 años.
Buena
alimentación puede prevenir el hígado graso.
El hígado es
el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo. Ayuda al organismo a digerir los
alimentos, almacena energía y elimina toxinas.
Existen
muchos tipos de enfermedades hepáticas como las hepatitis, enfermedades
causadas por drogas, venenos o toxinas o por ingerir demasiado alcohol. como
enfermedad por hígado graso y cirrosis, cáncer de hígado, enfermedades
hereditarias como hemocromatodis y la enfermjedad de Wilson.
El hígado
graso es un padecimiento en aumento, considerado entre la primera y
segunda causa de enfermedad crónica hepática y que su progresión lleva a
desarrollar cirrosis hepática (no siempre ligada al consumo de alcohol) y
posteriormente a la necesidad de un trasplante de hígado.
De acuerdo
con la Asociación Mexicana de Hepatología (AMH), el hígado graso es
la acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en los hepatocitos (células
hepáticas). Es decir es el exceso de grasa en el hígado, y se favorece por
obesidad, padecimientos metabólicos e hiperlipidemias, también por el consumo
excesivo de bebidas alcohólicas o medicamentos, lo que puede llevar a la inflamación
del hígado, con la posibilidad de desarrollar fibrosis y finalmente terminar en
el daño hepático crónico o cirrosis (5ta. Causa de muerte en México),
muy similar a la que se produce en las personas que consumen cantidades
importantes de alcohol.
La Dra.
Graciela Castro Narro, Hepatóloga miembro de la AMH indica: “En este momento lo
padecen más las personas adultas y no hay una diferencia clara en cuanto a
género, desafortunadamente, se está viendo que es cada vez más frecuente en
niños, por lo que establecer hábitos saludables desde la infancia es de suma
importancia. Debemos de trabajar mucho en esto, porque es algo que aunque
tienen que ver factores genéticos, también tienen que ver factores ambientales.
Debemos llevar una alimentación adecuada, hacer ejercicio y una vida sana en
general”.
Los factores
metabólicos que pueden producir enfermedad hepática grasa no alcohólica son: el
síndrome metabólico, obesidad, diabetes tipo 2 y dislipidemias.
Considerando
que la obesidad y la diabetes en particular se han convertido en emergencias
epidemiológicas en el país, instancias como la Asociación Mexicana de
Gastroenterología (AMG) y la AMH suman esfuerzos para promover la detección,
prevención y tratamiento del hígado graso.
“Siempre
habíamos trabajado de manera aislada ambas asociaciones, así que es muy
importante unir fuerzas y sumar diferentes especialidades para que se detecte a
tiempo este problema, se prevenga y se trate a los pacientes. También están
participando otros especialistas como gastroenterólogos pediatras, nutriólogos,
psicólogos, endocrinólogos, ya que en conjunto se pueden alcanzar los mejores
resultados”, asegura la Dra. Castro Narro.
Se recomendó
también que las personas que padecen que padecen diabetes, hipertensión,
dislipidemias, sobre peso y obesidad, chequen su hígado, para prevenir y evitar
complicaciones mayores.