lunes, 31 de julio de 2017

El Ilustre Cuco Covarrubias




Por estas fechas, en el año 2012, siendo gobernador del Estado, Marcos Covarrubias Villaseñor, los comentarios de sus hijas, en las redes sociales, lo metían en cada brete.
En la andanada de comentarios que surgieron, rescatamos uno firmado como “el norteño del sur”, aparecido en las opiniones que vierten los lectores del portal Peninsular Digital.


El norteño del sur29/09/2012 en 8:58 AM
La verdad es que los cibernautas se están pasando con la infanta Sofí Covarrubias, hija de nuestro iluminante mandatario; no entiendo cómo es posible se permita que la indiada use redes sociales, las cosas deberían de volver a la normalidad, gratificados deberían de estar con Sofía ya que cuando visita Fashion Valley lo ha hecho llevando la representación de la Cultura de nuestro Estado, es de un gran valor y todos lo deberíamos de agradecer y ver en su justa dimensión como bien lo hacen casi todos nuestros ilustres periodistas.
Sobre el más reciente viaje que la familia Covarrubias realizo al Condado de San Diego, lo encabezó doctamente Don Cuco Covarrubias, quien haciendo gala de su sabiduría y conocimientos culturales, enseñó cómo un gran maestro que es- a quienes los acompañamos-, que San Diego se había fundado por misioneros que partieron de Loreto y que la colonización de estas tierras se hizo a través de la fé o de la cruz, partiendo desde la verdadera California que hoy es Sudcalifornia. También, eruditamente señaló que San Diego perteneció a nuestra patria hasta 1848, pero que por el tratado injusto de Guadalupe- Hidalgo, derivado de la guerra de despojo con USA, perdimos este territorio.

Tan eruditas palabras nos dejaba boquiabierto a los presentes y a mí me embargó un sentimiento de satisfacción por ser amigo de este magnánimo hombre: ¡Don Cuco Covarrubias, hombre de letras y tío de la Infanta Sofía!
En el devenir de esta experiencia le mostró a su sobrina y a todos el famoso barrio de Lampar, del centro histórico de San Diego y nos ilustró relatando que se llamaba así por las lámparas que son parte del paisaje arquitectónico de la ciudad y que desde siempre la habían iluminado; amplió la información diciendo que este puerto es uno de los más importante de los USA, ya que alberga la flota más poderosa del Pacifico y quizá de todo el mundo.
Ante palabras tan cultas de don Cuco, quedábamos embelesados y pensé para mí, “debieron de haberlo nombrado Director de Cultura del Estado” no como al acomoda sillas del Fabián; además que todos los cultureros son bohemios a excepción del tal ese José Guadalupe del centro de artes que se cree mucho porque es abstemio.
Para beneficio de su formación distinguida de la infanta Covarrubias, ella no perdía el tiempo y no dejaba de hacer pregunta tras pregunta del maravillosos lugar que disfrutábamos, aprovechando la gran ilustración de su tío Don Cuco Covarrubias: como: ¿cuál es el idioma más hablado en el sur de California?, ¿porque se llama San Diego la ciudad? Y para regocijo nuestro, todas las preguntas tuvieron una educada e inteligente respuesta de mi gran amigo y amigo de todos los Sudcalifornianos- Don Cuco Covarrubias-.
En fin, que el viaje-a lo que la indiada llama el otro lado-se tornó muy interesante, ya que gracias al Hermano de nuestro- como diría Alejandra Estrada – talentoso gobernador, aprendimos lecciones de historia, pero todo tiene un fin y el viaje terminó; tendremos que regresar a nuestra tierra bonita, pero llena de nacos mal agradecidos que no entienden que la cultura cuesta y espero que en la próxima ocasión que viajemos, si nos den más viáticos no como cuando fuimos a Londres que por ser carísimo allá, anduvimos privándonos de conocer maravillas del viejo mundo.

Ya de regreso en el avión, mirando a esta distinguida familia que apaciblemente dormitaba dije para mí, que afortunado somos los Sudcalifornianos de que nos gobiernen gente de enorme cultura, sapiencia y de tan alto linaje; quise dormir, pero un ronquido de Don Cuco me despertó y más cuando dijo en voz alta y aguda de acento choyero: “pásenme una pinchi cerveza, que ando crudo”….Por la ventanilla del avión, allá abajo, se veía el Valle de Santo Domingo tierra de ilustres Sudcalifornianos.