Como delegado de Gobernación, Ricardo
Millán Bueno se ha pasado unas muy buenas vacaciones por más de cinco años en
Baja California Sur.
¡De lujo, todo incluido!, además
recibe cheque quincenal, viáticos y se echa una que otra tochita.
¿Qué le reditúa al gobierno federal,
ya no digamos al país?
Absolutamente nada, es un funcionario
inepto, que no cumple con la encomienda, no conoce a nadie y prácticamente
nadie lo ubica.
Pareciera que su única función es
estar al pendiente de recibir altos funcionarios federales para tomarse con
ellos una fotografía.
Ni siquiera se ha puesto la camiseta
para salir en defensa de la política presidencial de “su jefe” Enrique Peña
Nieto, cuestionado severa y constantemente por actores políticos, así como
empresarios.
Luego entonces, si no saca la casta
por su jefe que es el Presidente Peña Nieto, que se puede esperar de un tipo
como Ricardo Millán.
Con todo, su designación y
manutención en la Delegación de Gobernación en BCS, es uno de los tantos
pesados errores de políticas públicas con las que carga Enrique Peña Nieto.
Simplemente “no sirve p’a nada”.