Alarmados por la información que
fluye en torno a la pandemia del C0VID-19, habitantes de San Javier, decidieron
bloquear el acceso a su comunidad.
De esa manera intentan romper con la
cadena del contagio, aislándose del mundo exterior.
Poseedor de la fiesta religiosa más
emblemática de Baja California Sur, que se celebra los primeros tres días de
diciembre en honor a San Javier, el pueblo recibe visitantes todo el año,
atraídos por la misión construida por misioneros, además de obras de
irrigación, tumbas y olivos.
La comunidad tiene como principal
acceso, una carretera que parte de la transpeninsular a la altura de Loreto.