viernes, 16 de mayo de 2025

José Mújica: un ejemplo de liderazgo

 
Por Ing. Alfredo González González

 
Hace unos días, me encontré con la noticia de que José Mújica mejor conocido cariñosamente como pepe Mújica, había fallecido este 13 de mayo de 2025 a sus 89 años de edad. Este personaje de la política uruguaya tenía una personalidad bien curiosa, pensaba como un filósofo y vivía de manera muy modesta, habiendo tenido la oportunidad de llenarse las bolsas con dinero.
Durante la historia hemos conocido a muchos tipos de líderes como Adolfo Hitler, Mahatma Gandhi, Martin Lutter King, Barak Obama, entre otros y cada uno tenía una forma de ser diferente, pero hay que reconocer que Mújica los sobrepasaba en todo a la mayoría y velos, tristemente, que lo que hoy en día hay son “pseudolíderes” que creen que la imagen, el dinero y la posición es todo lo que importa.
Una de sus características es que era un hombre con una resiliencia muy marcada, estuvo en la cárcel 13 años, él formó parte del movimiento de liberación nacional, el cual era un movimiento guerrillero en los años 60 como respuesta a la crisis que pasaba Uruguay.
Mientras estuvo encerrado, tuvo mucho desgaste físico y emocional y fue hasta 1985 que se estableció el sistema democrático. Mújica nunca se dio por vencido y logra ser, ni más ni menos que presidente de Uruguay de 2010 hasta 2015.
Él siempre comentaba que aprendemos más de las situaciones difíciles que de las fáciles y sencillas, una personalidad que fue formada en sus años de encierro y soledad.
Siempre aconsejando a los jóvenes y sentía una gran admiración por las mujeres uruguayas diciendo que: ¡Son personas fuertes!
Mucha diferencia a muchos de los líderes políticos que nos ha tocado conocer; a los funcionarios, presidentes y gobernadores que son parte de una alta sociedad donde el consumismo, los grandes recursos económicos y el poder han sido el estandarte de estos.
Tenía una casa muy humilde, una perra llamada Manuela un campo para sembrar flores y un Volkswagen de color celeste y con todo esto fue votado para ocupar puestos públicos de manera masiva.
Durante sus cargos, siempre mantuvo su sencillez y decía que todo lo que enseñaba el sistema era perjudicial para los jóvenes y gente de Uruguay en general ya que al hablar de dinero y de consumir, hablando de un modelo económico, solo hacía más grande la brecha social entre los habitantes.
Su mensaje era claro: “Solo vivimos para trabajar y acumular”, viéndose una visión diferente, una forma de pensar de un estado de consciencia más alto que el de los normales.
Con todo y sus carencias, él vivía feliz, no estaba amarrado a los bienes materiales; un personaje similar a Jesucristo donde los buenos valores, el amor al prójimo, la humildad y la honradez era lo principal de su filosofía de vida.
Un cambio verdadero, no cae en ser líder, aunque sea natoo, en ser una buena persona. No, eso no basta, se necesita hacer un cambio a nivel consciencia como el que tuvo Pepe mientras estuvo en la Cárcel, porque no nada más era tener el cargo, sino que la personalidad transformada actúe sobre el mundo material en todos los aspectos.
Él despertó la consciencia de los jóvenes y, a través de esto, durante su estancia en la política uruguaya ubo avance en todas las áreas, menos en la educación en la cual el mismo reflexionó y dijo: “Puedo ganar en muchas cosas, pero también perder”.
Todo un ejemplo de liderazgo y de vida, Pepe Mújica vivirá en el corazón de los ciudadanos uruguayos y del mundo y con ello trascenderá.
Mújica no murió porque su lucha y el legado que dejó habitará de generación en generación.
En paz descanse el gran Pepe Mújica.
Revisión: Marcos Robledo Santa Ana. Jefe de redacción de la revista de la paz digital.