La IA cada vez más difícil de controlar amplía la superficie
de ataque y genera nuevas vulnerabilidades; Muchas personas y organizaciones no
dimensionan los riesgos asociados; Se multiplica la suplantación de identidad y
los ataques automatizados cada vez más sofisticados.
El presidente del Consejo de Administración de Proyectos y Suministros
Interdisciplinarios (PSI-México) e investigador del Instituto Politécnico
Nacional (IPN), Ezequiel Aguiñiga Tinoco, advirtió que durante la presente
temporada navideña la acelerada adopción de la inteligencia artificial está
redefiniendo el panorama de la ciberseguridad y representa un desafío urgente
para México de cara al año 2026.
El ingeniero Aguiñiga Tinoco señaló que, de acuerdo con los análisis
internacionales sobre ciberseguridad hacia 2026 que emitió el IPN de manera
reciente, la expansión de una IA cada vez más difícil de controlar está
ampliando la superficie de ataque y generando nuevas vulnerabilidades que hoy
no siempre son visibles, ni medibles, especialmente en economías emergentes
como la mexicana, donde la digitalización avanza más rápido que la cultura de
gestión del riesgo.
“El principal reto para México es cultural. La IA ya está presente en trámites,
servicios financieros, educación, comercio electrónico y redes sociales, pero
muchas personas y organizaciones no dimensionan los riesgos asociados a su uso
indiscriminado”, afirmó el especialista.
El investigador del IPN explicó que, durante esta época decembrina, uno de los
mayores peligros es la adopción no supervisada de herramientas de IA, tanto en
empresas como en hogares, lo que puede facilitar fraudes, robo de información,
suplantación de identidad y ataques automatizados cada vez más sofisticados. A
ello se suma la falta de visibilidad sobre qué datos se comparten, cómo se
procesan y quién tiene acceso a ellos.
En este contexto, Ezequiel Aguiñiga subrayó que México, de manera particular en
el Congreso de la Unión y en las diversas entidades federativas, se debe
avanzar en el próximo año hacia un modelo de ciberseguridad centrado en el
riesgo, donde no solo se protejan sistemas, sino también a las personas.
“La ciberseguridad ya no puede medirse solo por la cantidad de herramientas
instaladas, sino por la capacidad de anticipar amenazas reales y reducir su
impacto en la vida cotidiana de la población”, puntualizó el investigador
politécnico.
El presidente del consejo de administración de PSI hizo énfasis en que la
automatización y el uso responsable de la IA pueden ser aliados estratégicos,
siempre y cuando exista supervisión humana, transparencia y una clara
priorización de riesgos. Destacó que, en los próximos años, los ataques serán
más rápidos y automatizados, por lo que la prevención y la respuesta temprana
serán determinantes.
Ante este panorama, Aguiñiga Tinoco emitió recomendaciones clave para la
población, particularmente en México, con el objetivo de reducir riesgos
digitales en la víspera de 2026.
Recomendó utilizar herramientas de inteligencia artificial solo desde
plataformas confiables y oficiales, evitando aplicaciones o extensiones de
origen desconocido que prometen resultados inmediatos o gratuitos.
Llamó a proteger la información personal y financiera, evitando compartir datos
sensibles con sistemas de IA, chats automatizados o sitios que no cuenten con
políticas claras de privacidad.
Subrayó la importancia de mantener actualizados dispositivos, aplicaciones y
sistemas operativos, ya que muchas amenazas aprovechan fallas conocidas que no
han sido corregidas.
Además, el ingeniero Aguiñiga Tinoco exhortó a desconfiar de mensajes, correos
o llamadas generadas con lenguaje aparentemente profesional o personalizado, ya
que la IA está siendo utilizada para perfeccionar fraudes y engaños digitales.
Finalmente, recomendó fortalecer la educación digital en familias, escuelas y
centros de trabajo, promoviendo una cultura de ciberseguridad que permita
identificar riesgos, reportar incidentes y actuar de forma preventiva.
“México tiene la oportunidad de aprovechar los beneficios de la inteligencia
artificial sin poner en riesgo a su población. Para lograrlo, necesitamos
conciencia, capacitación y una estrategia clara que ponga al ciudadano en el
centro de la seguridad digital”, concluyó Ezequiel Aguiñiga Tinoco.
