Víctor Hugo
falleció en París el 22 de mayo de 1885 a la edad de 83 años, cuando todavía se
encontraba pleno en sus facultades. Sus opiniones, a la vez morales y
políticas, y su obra excepcional, le convirtieron en un personaje emblemático
al que la Tercera República honró con un funeral de Estado, celebrado el 1 de
junio y al que asistieron más de dos millones de personas, y con la inhumación
de sus restos en el Panteón de París.
Este poema
fue escrito por Víctor Hugo.
" TE
DESEO".
Te deseo
primero que ames,
y que
amando, también seas amado.
Y que, de no
ser así, seas breve en olvidar
y que
después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues,
que no sea así, pero que si es,
sepas ser
sin desesperar.
Te deseo
también que tengas amigos,
y que,
incluso malos e inconsecuentes
sean
valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en
quien confiar sin dudar.
Y porque la
vida es así,
te deseo
también que tengas enemigos.
Ni muchos ni
pocos, en la medida exacta,
para que,
algunas veces, te cuestiones
tus propias
certezas. Y que entre ellos,
haya por lo
menos uno que sea justo,
para que no
te sientas demasiado seguro.
Te deseo
además que seas útil,
más no
insustituible.
Y que en los
momentos malos,
cuando no
quede más nada,
esa utilidad
sea suficiente
para
mantenerte en pie.
Igualmente,
te deseo que seas tolerante,
no con los
que se equivocan poco,
porque eso
es fácil, sino con los que
se equivocan
mucho e irremediablemente,
y que
haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de
ejemplo a otros.
Te deseo que
siendo joven no
madures
demasiado de prisa,
y que ya
maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo
viejo no te dediques al desespero.
Porque cada
edad tiene su placer
y su dolor y
es necesario dejar
que fluyan
entre nosotros.
Te deseo de
paso que seas triste.
No todo el
año, sino apenas un día.
Pero que en
ese día descubras
que la risa
diaria es buena, que la risa
habitual es
sosa y la risa constante es malsana.
Te deseo que
descubras,
con urgencia
máxima, por encima
y a pesar de
todo, que existen,
y que te
rodean, seres oprimidos,
tratados con
injusticia y personas infelices.
Te deseo que
acaricies un perro,
alimentes a
un pájaro y oigas a un jilguero
erguir
triunfante su canto matinal,
porque de
esta manera,
sentirás
bien por nada.
Deseo
también que plantes una semilla,
por más
minúscula que sea, y la
acompañes en
su crecimiento,
para que
descubras de cuantas vidas
está hecho
un árbol.
Te deseo,
además, que tengas dinero,
porque es
necesario ser práctico,
Y que por lo
menos una vez
por año
pongas algo de ese dinero
frente a ti
y digas: "Esto es mío".
sólo para
que quede claro
quién es el
dueño de quién.
Te deseo
también que ninguno
de tus
afectos muera, pero que si
muere
alguno, puedas llorar
sin
lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por
fin que, siendo hombre,
tengas una
buena mujer, y que siendo
mujer,
tengas un buen hombre,
mañana y al
día siguiente, y que cuando
estén
exhaustos y sonrientes,
hablen sobre
amor para recomenzar.
Si todas
estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más
nada que desearte.