lunes, 25 de mayo de 2020

La verdad sobre las energías renovables: Empresas no quieren pagar a la CFE por respaldos y transmisión de electricidad



Transición energética en México no depende del atraco de las empresas de energías renovables.

Revolución TRESPUNTOCERO
Ante la polémica sobre las energías renovables en México, poco se ha profundizado, por un lado, sobre los casos de corrupción detectados en las empresas transnacionales “verdes”; y por otro, sobre los mecanismos con los que cuenta la propia Comisión Federal de Electricidad (CFE) para generar por su cuenta este tipo de energías. Sintetizando ambos aspectos, resulta evidente que la transición energética no tiene por qué depender ni de la corrupción, ni de la presencia de empresas extranjeras.
La Secretaría de Energía (Sener) detectó irregularidades en el llamado Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía (Fotease), el cual habría manejado recursos por más de 9 mil millones de pesos entre 2008 y 2018.
Supuestamente 46 proyectos fueron albergados por este fondo, pero la mayoría de ellos no presentaron informes de conclusión financiera. Otras anomalías encontradas son la disparidad entre el monto recibido y la obra registrada, sobreprecios, proyectos inconclusos y alterados, falta de estudios previos de viabilidad o evaluación durante el proceso, además de ausencia de mecanismos para la rendición de cuentas.
El Fotease se creó durante el gobierno de Felipe Calderón, en 2008, con la promulgación de la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de Transición Energética, que en 2015, Enrique Peña Nieto convertiría en la Ley de Transición Energética.
Aunque el proyecto terminó mutando en otro nicho de corrupción para las administraciones panista y priista, su propósito original supuestamente era capitalizar acciones hacia el uso de fuentes de energía renovables y tecnologías limpias, especialmente en la industria eléctrica.
La propaganda oficial de aquellos gobiernos trataba de abanderar las metas planteadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas, entre las que destacaban: la contención del cambio climático y la supresión de emisiones de dióxido de carbono u otros gases de efecto invernadero, procedentes del uso de combustibles fósiles.
Del total de proyectos que fueron subsidiados, solo 25 permanecieron vigentes hasta finales del sexenio peñista. 
En este sentido, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que su gobierno no está en contra de las energías renovables, sino de la corrupción.
“No estamos en contra de la generación de energías limpias, no estamos en contra de eso; al contrario, cada vez vamos a impulsar más las energías alternativas. Estamos en contra de la corrupción, del saqueo y del influyentismo que prevaleció durante todo el periodo neoliberal en la industria eléctrica, que ese es el fondo del asunto”, manifestó.
Además detalló que lo que se está haciendo ahora “es poner orden y que haya piso parejo. Entonces: no se suspende ningún contrato, no hay expropiaciones, no hay estatismo, no hay nacionalización de la industria eléctrica; estamos a favor de las energías limpias”.
Por su parte, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, puntualizó que “las energías eólicas y solar son energías intermitentes, ¿qué quiere decir? Que nada más trabajan a cierta hora del día. Después de las 6 de la tarde, que se oculta el sol, entonces tiene que entrar el respaldo, y el respaldo lo hace la CFE con gas, el respaldo se hace a través de termoeléctricas, se hace a través de ciclos combinados de esta tecnología que mantiene la continuidad del sistema”.
Asimismo, en un conversación filtrada entre Manuel Bartlett y la agencia Reuters, se escucha al director general de la CFE decir: “cuando no hay sol, cuando no sopla el viento, no hay electricidad. ¿Qué pasa? Instantáneamente tienen que entrar las máquinas, que son de la CFE. ¿Sabes quién las paga? Nadie, no pagan el respaldo las eólicas ni las fotovoltaicas. En este mundo de mentiras no dicen eso, dicen que vamos en contra de las energías renovables”.
“¿Tú crees que es justo que la CFE subsidie a las empresas que no generan todo el día? Los privados tienen que pagar la red y no la pagan (…) Paguen y tendremos los millones necesarios para que todos alegremente circulemos la electricidad”, resaltó Bartlett.
También señaló que el hecho de que estas compañías privadas no paguen el respaldo ni la transmisión que lleva a cabo la CFE, representa un atraco a dicha empresa pública.
“La CFE genera una cantidad importante de energía limpia, tenemos presas muy importantes en todo el país, tenemos geotermia y tenemos nuclear, para proteger el ambiente mexicano”, enfatizó.
A decir de Nahle, actualmente en Mexico el 7 por ciento de la energía que se produce es eólica y el 4 por ciento es solar, lo que suma un 11 por ciento.
Sin embargo, en el ámbito de energías limpias también hay un 16 por ciento de energía hidráulica, a través de presas; una planta nuclear y el uso de la geotermia, que emplea el calor del subsuelo.
“El 16 por ciento de las energías renovables en este país son hidráulicas, y nadie ha mencionado las presas hídricas que tiene la CFE, que son muy nobles. Y estas presas, pues lo ideal es que trabajen en su mayor potencia”, destacó.
De esta manera, mientras la oposición salta de nuevo de un tema otro y pretende abanderar luchas que nunca compartió ni defendió, resulta evidente que la transición energética tendrá que ir de la mano de la transformación política y social de México, pues el gobierno de López Obrador no está dispuesto a que las energías renovables sean un pretexto para la corrupción.