Marta Legasa
No tienes la
edad que figura en tu DNI, sino la que acusan tus órganos, influidos, a su vez,
por la genética y el estilo de vida; Conocer nuestra edad biológica puede
ayudarnos a retrasar el envejecimiento.
Estás a
punto de cumplir los 55 y podrás empezar a beneficiarte de algunas ofertas
creadas para los mayores de esa edad, de viajes a audífonos pasando por 'happy
hours' en peluquerías o dentistas. Pero la verdad es que no te sientes tan
mayor y también te ves más joven. Tu sensación tiene una razón científica
detrás: tu edad cronológica puede ser de 55, pero la biológica puede tener unos
cuantos años menos.
Edad cronológica y edad biológica
La edad
cronológica es la que marca nuestra fecha de nacimiento. La biológica se
corresponde con nuestro estado funcional interno y es un concepto
fisiológico que informa sobre el envejecimiento de nuestras células, tejidos,
órganos y sistemas. Así lo explica la doctora Mercedes Samaniego, médico de
Doctoralia.com: "la edad biológica es la 'edad del organismo', la que
tienen las células y los órganos de nuestro cuerpo. Está influida por
factores genéticos, así como por la alimentación, hábitos tóxicos (alcohol,
tabaco...) y hábitos deportivos”.
Médicamente,
se considera que el proceso de envejecimiento depende en un 30% de nuestros
genes (genoma) y en un 70% de nuestra interacción con el entorno (ambioma). Por
esta razón nuestra capacidad para influir en nuestro propio envejecimiento
y nuestra calidad de vida es muy elevada.
Retrasar el reloj del envejecimiento
Al conocer
nuestra edad biológica podemos actuar sobre el 70% del proceso de
envejecimiento. Cuando comprendemos qué hábitos de vida influyen en
él, podemos llevar a cabo las modificaciones necesarias para
prevenir posibles patologías. Además de los hábitos o estilo de vida, también
hay factores biológicos que nos encuadran en uno u otro grupo de edad.
La ciencia
no se pone de acuerdo en cuántos años podemos retrasar el envejecimiento
conociendo nuestra edad biológica y los mecanismos que la regulan. Algunos
estudios hablan de una ralentización de entre cinco y 12 años. Los más
optimistas cifran en 20 los años que podemos ganarle la partida al tiempo.
Porque lo que sí se sabe es que a menor edad biológica, menos enfermedades.
"Una persona de 60 años pero con una edad biológica de 50, tendrá, en
principio, menos enfermedades de las que le 'corresponderían' por edad ya
que la edad de sus órganos es, en principio, de un individuo más joven",
explica la doctora Samaniego.
Los seis
elementos que cuentan
en la edad biológica
Existen
distintos análisis para poder determinar la edad biológica, pero su
interpretación y valía no son unánimes. "La edad biológica se calcula
utilizando unas tablas pero no siempre se pueden considerar muy fiables. En el
cálculo se tienen en cuenta pruebas de esfuerzo, función
inmunológica, genética, densidad ósea, muscular, respiratoria y medición de
estatura, lugar de residencia del paciente o edad de fallecimiento de los
padres", explica Samaniego.
Sin embargo,
parece que estamos más cerca de un 'código biológico' fiable. Un estudio de
la Universidad de Stanford ha analizado las relaciones entre diversos
biomarcadores de seis órganos vitales con el proceso de envejecimiento. Según
este estudio, estos son los órganos y los parámetros que hay que tener en
cuenta para calcular la edad biológica:
*Corazón: evaluación de la función
cardiovascular y de la rigidez y elasticidad de nuestras arterias, medición de la función pulmonar.
Este parámetro está relacionado no sólo con la función del pulmón, sino también
con múltiples enfermedades degenerativas.
*Cerebro: detección en fases iniciales del
deterioro cognitivo leve y de la enfermedad del Alzheimer mediante técnicas de
testeo de la función cerebral.
*Piel: determinación de la elasticidad y
firmeza de la piel.
*Sistema inmunológico: medición de la inmunosenescencia, el
deterioro gradual del sistema inmune provocado por el avance natural de la
edad.
*Telómeros: la longitud de los telómeros (la
secuencia de ADN situada en los extremos de los cromosomas que protegen la
integridad del ADN celular) ha demostrado ser un factor de riesgo de la
enfermedad cardiovascular, demencia o cáncer. A mayor envejecimiento o nivel de
patología, menor longitud de los telómeros.
Calcular la
edad biológica según la salud y el estilo de vida
Si calcular
los anteriores parámetros puede resultar complicado, hay otras maneras de
calcular la edad biológica. Comprobar el estado de los seis elementos
anteriores está al alcance de algunas clínicas privadas especializadas en
anti-ageing y no parece que vaya a implementarse en la sanidad pública,
aunque sería muy útil en una medicina pensada en la prevención más que en la
curación. "La edad biológica es un parámetro que pueden tratar de calcular
algunas clínicas privadas y las compañías de seguros de cara al cálculo
de primas a la hora de contratarlos. La sanidad pública, en principio, lo
podría plantear en tanto en cuanto pueda hacerse una medicina preventiva de
cara al bienestar de las personas y poder así prevenir enfermedades
degenerativas y que se producen con la edad, como por ejemplo alzhéimer,
cánceres o ictus", señala Mercedes Samaniego.
Sin embargo,
es posible calcular nuestra edad biológica de acuerdo a otros indicadores,
más amplios, que tienen que ver con la salud, el historial médico familiar y el
estilo de vida. Y aquí cuenta tanto las enfermedades de las que murieron tus
abuelos como la cantidad de alcohol que consumes al día o la relación que
tienes con tu pareja. Entre los indicadores más importantes:
*Aspectos
personales: edad, sexo, historial familiar de patologías, nivel educativo y
horas de sueño. Dormir menos de siete horas al día afecta al sistema
inmunológico y favorece el envejecimiento.
*Salud
cardiaca: valores de colesterol (HDL), presión sanguínea
(sistólica/diastólica), tabaquismo, historial familiar de cardiopatías, índice
de cintura y cadera, estrés y actividad física (tiempo, intensidad y días).
Entre estos valores más importantes, los centímetros que mide tu cintura. Puede
ser un indicio de enfermedad cardiovascular.
*Pruebas
médicas: ¿con qué regularidad te haces analíticas? Mantener en buen estado el
sistema digestivo y tener a raya la diabetes son otro seguro contra el
envejecimiento. También es importante conocer el nivel de medicación. Medicarse
habitual o crónicamente suele añadir años a nuestro sistema inmunológico. En el
caso de las mujeres, es importante hacerse chequeos ginecológicos. La píldora
anticonceptiva también es un factor para tener en
cuenta.
*Alimentación:
en este apartado es importante realizar todas las comidas, incrementar la
ingesta de frutas y verduras (recomendable las cinco raciones) y evitar las
grasas, los alimentos refinados y el alcohol, 'pistas de despegue' del
envejecimiento.
*Aspectos
psicológicos: los sentimientos de felicidad, depresión, ansiedad, relajación,
amor y satisfacción juegan un importante papel en la salud. A mayor sentimiento
de bienestar emocional, mayor bienestar físico. Las malas relaciones de pareja
o una situación laboral precaria también pueden detonar el envejecimiento
celular.