Por Renato Consuegra
En 2026, México estará en la
mirada del mundo en tanto Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México serán
sede de uno de los eventos deportivos más grandes del planeta. Pero más allá
del espectáculo, lo que verdaderamente está en juego es la capacidad del país
—y en particular de sus micro, pequeñas y medianas empresas— para responder a
un reto logístico y tecnológico sin precedentes.
El Mundial traerá turistas,
inversión y proyección internacional, pero también exigirá eficiencia
operativa, velocidad de respuesta, manejo de inventarios, cumplimiento de
normas, presencia digital, y sobre todo, articulación con redes globales de
consumo y distribución.
Y la gran pregunta es: ¿están
listas las MiPyMEs mexicanas para eso?
La infraestructura relacionada al
Mundial ha sido, hasta ahora, foco de atención en las grandes ciudades sede.
Sin embargo, más allá de los estadios y las zonas inmediatas, la conectividad
vial, el acceso al transporte público eficiente, la cobertura logística y los
servicios básicos aún presentan rezagos que afectan directamente a las pequeñas
empresas, sobre todo en barrios periféricos o localidades cercanas que podrían
beneficiarse indirectamente del evento
Además, muchas de las MiPyMEs que
operan fuera del perímetro turístico inmediato no tienen acceso garantizado a
servicios como recolección de basura diaria, conectividad 5G o alumbrado
público funcional, lo cual limita su capacidad para recibir, atender o
despachar productos o servicios a visitantes.
En la era del turista digital, la
ausencia de una estrategia tecnológica clara para las MiPyMEs mexicanas puede
ser una debacle silenciosa porque hoy menos del 40% de estas empresas tienen
una página web operativa; solo un 30% recibe pagos electrónicos de manera
sistemática, y una gran mayoría aún depende de medios informales de promoción
como WhatsApp o el boca a boca.
Durante el Mundial, millones de
visitantes buscarán dónde comer, qué comprar, qué experiencias vivir, y lo
harán desde sus teléfonos móviles, usando apps de geolocalización, reseñas en
tiempo real, y plataformas que exigen visibilidad digital.
Sin una inversión clara en transformación digital —que incluya capacitación, subsidios tecnológicos, desarrollo de contenidos y acceso a marketplaces especializados—, la mayoría de nuestras MiPyMEs simplemente no aparecerán en el radar del turista internacional.
Muchas de las cadenas de suministro que deberían estar operando para conectar a las MiPyMEs con el flujo turístico del Mundial aún no están articuladas. Hoy, si un artesano en Tonalá quiere vender sus piezas en una boutique de diseño en la CDMX durante el Mundial, tiene que lidiar con una cadena fragmentada, costosa y poco confiable.
Lo mismo sucede en gastronomía:
si una cocinera tradicional quiere surtir ingredientes, necesita transportistas
seguros, almacenes eficientes y canales de distribución con trazabilidad. Y si
quiere vender en plataformas digitales, debe contar con facturación
electrónica, tiempos de entrega cortos y una política de devoluciones clara.
¿Está el ecosistema mexicano
preparado para eso? Solo en parte. Y el tiempo se agota.
Un Mundial exige planeación
cruzada entre instancias de turismo, economía, infraestructura, cultura y
desarrollo regional. Hoy por hoy, las cámaras empresariales locales no están
sentadas en las mesas donde se toman decisiones logísticas y muchos gobiernos
estatales y municipales no han articulado estrategias para integrar a las
MiPyMEs al sistema de atención y operación del evento.
Peor aún: muchos pequeños
negocios ni siquiera saben qué tipo de regulaciones temporales se aplicarán
durante el Mundial. ¿Podrán vender en zonas cercanas a estadios? ¿Qué permisos
necesitarán? ¿Habrá cierres viales que afecten sus rutas de entrega? La
incertidumbre no solo paraliza. También margina.
Así que aquí presentamos algunas
propuestas para no quedarse fuera del juego
1. Mapeo y certificación
acelerada de MiPyMEs logísticamente activas en zonas cercanas a las sedes y en
rutas de alto tránsito turístico.
2. Lanzamiento de un “Kit Mundialista Digital” con herramientas gratuitas o subsidiadas para poner en línea a negocios pequeños antes de 2026 (páginas web, e-commerce, cobro digital, posicionamiento en mapas).
3. Acuerdos público–privados con plataformas de delivery y transporte para garantizar acceso preferencial a MiPyMEs durante el evento.
4. Capacitación masiva y gratuita en logística ligera, atención al cliente internacional, y cumplimiento fiscal digital.
5. Mesas de coordinación interinstitucional (gobierno–MiPyMEs–universidades–tecnológicas) con enfoque en operación eficiente antes y durante el evento.
Mucho se habla del prestigio
internacional, del espectáculo global, del potencial mediático del Mundial.
Pero el verdadero éxito —para las MiPyMEs— no se juega en las pantallas: se
juega en las entregas a tiempo, en el cobro seguro, en la buena reseña del
cliente satisfecho, en la capacidad de atender bien y rápido.
Y eso solo se logra con
logística, tecnología e infraestructura inteligente.
México tiene el talento y las
MiPyMEs tienen la creatividad, pero si no se les conecta a tiempo, si no se les
da el soporte necesario, la gran fiesta se vivirá solo en la superficie… y
muchas empresas quedarán mirando desde afuera, otra vez.
El tiempo es ahora. La pelota,
también.
renato@yoemprendedor.mx
Sin una inversión clara en transformación digital —que incluya capacitación, subsidios tecnológicos, desarrollo de contenidos y acceso a marketplaces especializados—, la mayoría de nuestras MiPyMEs simplemente no aparecerán en el radar del turista internacional.
Muchas de las cadenas de suministro que deberían estar operando para conectar a las MiPyMEs con el flujo turístico del Mundial aún no están articuladas. Hoy, si un artesano en Tonalá quiere vender sus piezas en una boutique de diseño en la CDMX durante el Mundial, tiene que lidiar con una cadena fragmentada, costosa y poco confiable.
2. Lanzamiento de un “Kit Mundialista Digital” con herramientas gratuitas o subsidiadas para poner en línea a negocios pequeños antes de 2026 (páginas web, e-commerce, cobro digital, posicionamiento en mapas).
3. Acuerdos público–privados con plataformas de delivery y transporte para garantizar acceso preferencial a MiPyMEs durante el evento.
4. Capacitación masiva y gratuita en logística ligera, atención al cliente internacional, y cumplimiento fiscal digital.
5. Mesas de coordinación interinstitucional (gobierno–MiPyMEs–universidades–tecnológicas) con enfoque en operación eficiente antes y durante el evento.
