Por Bertha Sola/Notimex
Las jovencitas han adoptado hábitos como fumar y beber
alcohol.
Uno de los problemas graves es el tabaquismo.
Médicos del IMSS consideraron que el estilo de vida actual,
las modas y el acelerado ritmo de competitividad, influyen negativamente en el
desarrollo de las jóvenes, porque repercuten en su salud y aspecto físico.
Xóchitl Valenzuela González, directora del Hospital General
de Zona (HGZ) número 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en
Ensenada, anotó que el embarazo precoz, una de esas consecuencias, registra
alta incidencia en el país.
La anorexia, bulimia, estrés, depresión, infecciones de transmisión
sexual, así como el aumento de embarazos no deseados en la mujer adolescente,
son algunas de las enfermedades y riesgos más recurrentes entre las jóvenes
derechohabientes del Instituto IMSS.
Advirtió que estos problemas son consecuencia de la vida moderna
y desencadenan complicaciones graves de salud en la adolescencia, la etapa más
importante del desarrollo.
La especialista del IMSS destacó la importancia de la
comunicación en el núcleo familiar para evitar influencias negativas entre las
jóvenes.
Particularmente, dijo, por el boom de los trastornos de la
alimentación como anorexia y bulimia que generan anemia, estrés, migraña,
depresión y en ocasiones, llevan al suicidio.
Valenzuela González señaló que una adolescente con problemas
en su alimentación, que no es atendida adecuadamente, corre el riesgo de
padecer enfermedades cardiovasculares, cálculos renales, osteopenia y
osteoporosis.
Dijo que otro mal de los tiempos modernos es que las
jovencitas han adoptado hábitos como fumar y beber alcohol, que
tradicionalmente se relacionan con los varones.
A temprana edad, dijo, el tabaquismo afecta el desarrollo de
los pulmones, proceso que concluye entre los 16 y 18 años de edad.
De acuerdo con el Sector Salud, en el país hay poco más de
14 millones de fumadores y de esa cifra, un millón son jóvenes menores de 18
años de edad.
Explicó que la súbita pérdida de peso en las jóvenes afecta
gravemente su sistema metabólico al disminuir los electrolitos, bajar el índice
de glucosa y descompensar el nivel de triglicéridos.
En ese sentido, destacó que en el Seguro Social se brinda
atención multidisciplinaria, con médico familiar, psicólogo y nutriólogo;
tratamiento integral que puede durar entre 6 y 7 meses para que la joven
recupere peso y aprenda a comer en forma equilibrada.
Al referirse al embarazo adolescente, sostuvo que es un
problema de salud pública, a pesar de los programas de planificación familiar y
educación sexual.
Es de alto riesgo, porque conlleva peligro de aborto e
incidencia de preeclampsia. Las jóvenes toman la píldora del día siguiente como
un método de rutina, cuando ésta debe considerarse sólo para una situación de
emergencia excepcional, agregó.
Recordó que utilizar preservativo es un método ideal con dos
fines: prevenir embarazo y padecimientos de transmisión sexual.
Sin embargo, alertó en que va en aumento el número de
adolescentes con infecciones del cuello del útero y la vagina, así como
enfermedades inflamatorias pélvicas severas, presencia de papiloma y
esterilidad.
La directora del HGZ número 8 se refirió a otras patologías
propias de la adolescencia, como los trastornos menstruales, ciclos
irregulares, retrasos, sangrados abundantes, dolor menstrual, síndrome
premenstrual y dolor en los senos.
También puede presentarse la mastopatía fibroquística,
enfermedad benigna secundaria a los cambios del tejido mamario a sus propias
hormonas, provocada por consumir refrescos oscuros y dietas con abundantes
conservadores.