Por Blanca Estela Botello
El estado es líder en el ramo, produce casi el 90 por ciento
del vino nacional. Se pretende incrementar el agua de reuso, pero el
inconveniente es la salinidad que podría tener.
La escasez de agua y la posibilidad de utilizar agua de
reuso que podría tener altos niveles de salinidad para el riego de las vides,
pone en riesgo la producción de vinos en Baja California.
Líder en su ramo, Baja California produce casi el 90 por
ciento del vino nacional y la región vitivinícola más importante está en
Ensenada, donde se ubican las zonas de Valle de Guadalupe (al noroeste); Valle
de San Vicente (al sur); San Antonio de las Minas (al noroeste); Valle de Santo
Tomás (al sur), y Valle de Ojos Negros (al este).
Sin embargo, se pretende incrementar el agua de reuso de 172
millones de metros cúbicos a 259 millones de metros cúbicos, enviada de Tijuana
a Ensenada, sobre todo al Valle de las Palmas y Valle de Guadalupe, para uso
agrícola.
El inconveniente es la salinidad que podría tener esa agua.
“En Ensenada ya están reusando agua para irrigar algunos
campos, pero no para regar productos comestibles, sino para regar flores.
“En lo que más han insistido las autoridades es en llevar
las aguas del este de Tijuana hacia el Valle de las Palmas y el Valle de
Guadalupe, en Ensenada, para eso se necesita construir un acueducto que lleve
agua desde dos plantas de tratamiento, y llegue al Valle de Guadalupe”, dijo.
El plan es enviar unos mil 200 litros por segundo, con un
costo aproximado, según este plan hídrico del 2010, de trece pesos por metro
cubico, y una inversión de tres mil millones de pesos.
“Hay bastante preocupación por parte de ellos. Es necesario
que el agua que les vaya a llegar a allá realmente si tenga baja salinidad, por
lo menos una salinidad similar a Napa (condado de California, zona productora
de vinos), por ejemplo, para que no les ocasione problemas a sus cultivos,
porque sino, posiblemente las vides crezcan tres, cuatro años, pero puede
existir un acumulamiento de sales en el suelo y eso a la larga, diez, 15 o 20
años, pueda ocasionar algún problema. Entonces si es motivo de preocupación”,
enfatizó
A decir de Leopoldo Mendoza Espinosa, académico de la
Universidad Autónoma de Baja California, los productores de la zona no están de
acuerdo con la medida.
“Se quiere reusar esa agua para irrigar el Valle de
Guadalupe. Y lo comparan siempre con Napa; dicen que en Napa lo hacen (utilizar
agua de reuso en viñedos), sin embargo hay muchas cosas que hacen en Napa que
nosotros no hacemos”, dijo.
Refirió que la salinidad del agua de Napa esta por debajo de
600 miligramos por litro, mientras que en Tijuana, que obtiene agua del Río
Colorado cuya salinidad es alta, los niveles son de entre mil 500 a mil
800 miligramos por litro, lo cual “va a afectar el crecimiento de las vides, y
para tratar esa agua, precisamente la salinidad es el problema”.
Mendoza Espinosa dijo que además en Napa tienen un plan
estratégico para el reuso de agua, elaborado en el 2005 y con proyección al
2020, pero en Tijuana no lo hay; en Napa tienen reportes de calidad del agua
mensuales y disponibles por internet, pero en Tijuana no los tienen.
Además, apuntó el investigador, en Napa tiene un manual para
los usuarios de las aguas residuales, y en Tijuana no lo hay, además de que el
costo de llevar agua de reuso a los viñedos de Ensenada será muy alto, pero
sobre todo está la cuestión de qué calidad de agua llegará.
Mendoza Espinosa, quien es integrante del cuerpo
académico en Agua y Ambiente, del Instituto de Investigaciones
Oceanológicas de la UABC, añadió que en cuestiones técnicas de tratamiento de
agua se puede lograr lo que sea, la limitante es el costo.
Indicó que en California, Estados Unidos, en 2009, ya se
usaban 669 mil acres pies de agua residual tratada, que equivale a 912 millones
de metros cúbicos de aguas residuales tratadas, de los cuales el 37 por ciento
se utiliza para irrigación agrícola, 17 por ciento en irrigación de paisajes y
12 por ciento para recarga de acuíferos.
Por su parte, en Baja California, el plan hídrico estatal
-que aún no se publica oficialmente- contempla que para el año 2035 sean 259
millones de metros cúbicos reusados, de los cuales en Ensenada se reusarían 35
millones.