Por BerTha Sola/CEDAE
Las quemaduras dejan lesiones que marcan la piel y afectan
la autoestima.
Evita que los niños se expongan a a sufrir quemaduras.
Una quemadura es una lesión en los tejidos del cuerpo,
comúnmente localizada en la piel a causa de líquidos calientes, fuego,
electricidad, químicos o rayos solares.
“Las quemaduras son siniestros que se producen por la exposición a
actividades de riesgo; tales como: exposición al fuego, falta de medidas de
seguridad adecuadas, tareas domésticas, acceso fácil a químicos utilizados como
ácidos, uso de parafina como fuente de combustible y medidas inadecuadas para
el manejo del gas”, explicó la Dra. Jatziri Chávez, directora del Centro
Dermatológico de Alta Especialidad (CEDAE).
A escala mundial, las actividades de riesgo que generan entre el 85 y 90%
de los traumatismos, intoxicaciones y quemaduras son: la falta de cultura
preventiva, la pobreza y la falta de normatividad que reduzca las actividades
de alto riesgo. En 2008, el Sistema de Información de Salud reportó que las
quemaduras ocuparon el lugar 13 de causas de defunción.
“Las principales causas de quemaduras son: la exposición al fuego, faltas
de medidas de seguridad adecuadas, tareas domésticas, acceso fácil a químicos
utilizados como ácidos, uso de parafina como fuente de combustible y medidas
inadecuadas para el manejo del gas”, indicó la dermatóloga.
El estado que atiende más pacientes por quemaduras es la Ciudad de México,
seguido de Jalisco y Tlaxcala en el último lugar. De acuerdo con el Consejo
Nacional Para la Prevención de Accidentes, las quemaduras son la tercera causa
de muerte en niños mexicanos. En 2013, 7 mil 275 muertes se suscitaron en menores
de 20 años de edad a causa de quemaduras.
Para entender las quemaduras, debemos saber que la piel tiene varias capas,
las más superficiales son epidermis y dermis. Dependiendo de la profundidad,
las quemaduras se pueden dividir en: primer grado, segundo grado superficial,
segundo grado profundo y tercer grado.
“Hay que tomar en cuenta que las quemaduras que afectan manos, pies,
genitales, articulaciones, cara y cuello se les clasifica dentro de las
quemaduras graves porque son zonas muy delicadas”, recalcó la experta.
Una quemadura de primer grado afecta sólo a la epidermis, provoca rojez y
ampollas, no deja cicatriz y suele curarse de 3 a 5 días. Las quemaduras de
segundo grado superficial destruyen la epidermis y hasta un 50% de la dermis;
provocan un rojo brillante en la piel, dolor, ampollas grandes, flictenas, piel
húmeda y posteriormente cicatriz o disminución en la pigmentación; el tiempo de
curación es mayor a 7 días.
“Cuando nos enfrentamos al siniestro, lo primero que se tiene que hacer es
atender a la persona quemada con completa higiene ya que de lo contrario
podríamos infectarlos, después se tiene que enfriar la zona de la quemadura con
agua tibia a fria (25º C) durante unos 30 minutos. La aplicación del agua tiene
que ser inmediata, ya que está comprobado que después de dos minutos carece de
efecto. Se debe aplicar alguna crema antiséptica y se cubre la quemadura con
una gasa o paño limpio para aislarla del ambiente”, puntualizó la Dra. Jatziri
Chávez.
Las quemaduras de segundo grado profundo afectan más del 50% de la dermis;
podemos reconocerlas por cambios en la coloración de la piel que pueden ir del
rojo muy oscuro a un blanco sal y pimienta, precisa de 2 a 3 semanas de
curación, requieren de un tratamiento con injertos y existe un riesgo
importante de cicatrices retráctiles o infección.
“Si ofrecemos primeros auxilios al afectado, por ningún motivo debemos
aplicar pomadas, cremas, pasta de dientes, apretar el vendaje, enfriar
demasiado al paciente, dar agua, analgésicos y nada por vía oral. No hay que
dejar sola a la persona, si hay ropa de por medio no retirarla ya que podríamos
arrancar la piel y tampoco se debe demorar el traslado a un hospital.”, exhortó
la especialista.
Las quemaduras de tercer grado son las peores, afectan a todas las capas de
la piel e incluso pueden llegar hasta el hueso. Tiene una apariencia aperlada,
ya carbonizada en algunos casos. No son dolorosas ni tienen ampollas, adoptan
una postura muy seca y tardan varios meses o años en curar.
“Hay que vigilar las quemaduras, si es extensa y sobre todo si tratamos con
niños o ancianos hay que dirigirnos inmediatamente a un hospital. Si es una
lesión más pequeña se puede realizar el tratamiento en casa, siempre y cuando
contemos con gasas estériles, tijeras, agua estéril, apósitos secos y solución
para cubrir la herida”, informó la doctora.
Prevención
Pon los mangos de las sartenes y de las cazuelas hacia adentro, de manera
que no sobresalgan de la encimera de la cocina.
Ten precaución con la temperatura de los líquidos que calientes en el
microondas; pueden estar a mayor temperatura que el recipiente que los
contiene.
No trasvases líquidos calientes al abrirlas sale gas o huele mal, tíralas,
no consumas el producto que contienen.
Enseña a los niños el manejo del fuego y su peligro. No dejes nunca
cerillas, mecheros o cigarrillos encendidos a su alcance.
Regula y comprueba la temperatura del agua siempre antes del baño.
No acerques objetos combustibles (cortinas, alfombras...) a estufas,
calefactores o chimeneas y asegúrate de que aquéllas funcionan correctamente
(llama de color azulado).
Cuando manipules aparatos eléctricos, asegúrate de que están desenchufados.
Tócalos siempre con las manos secas.
Primeros auxilios
Lo primero es apartar la fuente de calor que ha causado la quemadura (tapar
la sartén si ha prendido fuego, desenchufar la plancha...).
Enfriar la quemadura inmediatamente, echando sobre la zona afectada un chorro
suave de agua fría, durante 10 ó 15 minutos, o más si continúa el dolor.
Si el dolor persiste, aparecen ampollas (con un líquido claro en su interior),
la zona afectada tiene el aspecto de estar "carbonizada", o el tamaño
de la quemadura es superior al de la palma de la mano de la víctima, acude a un
centro sanitario.
No sobrecargues los enchufes conectando a la vez varios electrodomésticos de
gran consumo en ellos. Ponles protectores si hay niños pequeños en la casa.