EFE en Madrid
Un experimento que sus autores califican como el “más
realista hasta la fecha sobre el calentamiento del océano” señala que sus
efectos en el futuro “pueden superar con creces las expectativas”, según un
estudio que publicó ayer Current Biology.
Investigadores del Estudio Antártico Británico y el centro
de investigación medioambiental Smithsonian decidieron calentar una fina capa
de agua del lecho marino que rodea la estación de investigación Rothera en la
Antártida, para lo que instalaron paneles especiales.
El calentamiento fue de uno o dos grados por encima de la
temperatura ambiente, que es el aumento global de la temperatura que se cree
que podría producirse en los próximos 50 y 100 años respectivamente.
El resultado fue que “observaron enormes consecuencias en el
conjunto marino”, ya que las tasas de crecimiento de algunos organismo casi se
doblaron.
“Me sorprendió bastante”, aseguró en un comunicado el
miembro del equipo Gail Ashton, quien destacó que no esperaban “una diferencia
significativa observable en comunidades de la Antártida” cuya temperatura
subiera un grado centígrado.
Ashton indicó que ha pasado la mayor parte de su carrera
trabajando en climas templados donde las comunidades de organismos experimentan
fluctuaciones de la temperatura mucho mayores y no esperaba “una reacción tal
con solo un grado de cambio”.
Predecir cómo los organismos y comunidades que viven en esas
aguas pueden responder al cambio climático en un futuro “sigue siendo un
desafío fundamental”.
El experimento concluyó que con un incremento de la
temperatura de un grado, la población de una sola especie de bryozoa (Fenestrulina
rugula), un tipo de pequeños animales que crean colonias, se disparó y acabó
dominando la comunidad, lo que llevó a una reducción global de la diversidad de
especies y a la uniformidad en dos meses.
Además, los ejemplares de un gusano marino conocido como Romanchella
perrieri, aumentó su tamaño en 70 por ciento en comparación con aquellos que
permanecieron en condicione ambientales normales.
Ante un incremento de dos grados centígrados de la
temperatura la respuesta de los organismos fue mucho más variada y la tasa de
crecimiento fue diferente dependiendo de varios factores.