El impuesto sería aplicable a los ingresos que se generen
por la prestación de servicios digitales que dependan, en gran medida, de la creación
de valor por parte de los usuarios.
Belén Saldívar
El Economista
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) busca seguir
el ejemplo de la Comisión Europea y gravar a los servicios tecnológicos, de
acuerdo con una iniciativa que presentó hace algunos días.
Javier Salinas Narváez, integrante del Grupo Parlamentario
del PRD, presentó en la Cámara de Diputados la iniciativa de Ley del Impuesto
sobre los Ingresos Procedentes de Servicios Digitales, el cual prevé una tasa
de 3% sobre las ventas de las tecnológicas.
“La aplicación de las normas actuales a la economía digital
ha llevado a un desajuste entre el lugar donde se gravan los beneficios y el
lugar donde se crea el valor (...) Por tanto, ha quedado patente que las
actuales normas relativas al Impuesto sobre la Renta (ISR) de las sociedades
destinadas a gravar los beneficios generados por la economía digital son
inapropiadas y requieren una revisión”, afirma la iniciativa.
Dicho impuesto sería aplicable a los ingresos que se generen
por la prestación de servicios digitales que dependan, en gran medida, de la
creación de valor por parte de los usuarios y en los que se observe un
desajuste entre el lugar donde se gravan los beneficios y el lugar en donde
residen los usuarios.
“Son los ingresos obtenidos de la transformación de la
contribución de los usuarios los que deberían ser objeto de gravamen, y no la
propia participación de los usuarios”, señala.
El impuesto sería pagado por personas físicas y morales que
residan en México, así como residentes extranjeros con establecimiento
permanente en el país, por la obtención de ingresos que rebasen los 100
millones de pesos.
La propuesta del PRD se inspira en la ya hecha por la Unión
Europea en marzo pasado, en donde las compañías con ingresos digitales
significativos pagarían un impuesto de 3 por ciento.
La medida europea busca fiscalizar a las grandes compañías
tecnológicas, como Amazon, Apple, Facebook y Google.
Mal enfoque
Ante dicha iniciativa, Herbert Bettinger, experto fiscal,
refirió que está partiendo de una base errónea porque pretende crear un
gravamen especial cuando ya existe el ISR.
“Están yendo en contra de la política del nuevo gobierno de
que no habrá nuevos impuestos. Aprobar está ley significaría cambios tremendos
en la política fiscal, además de estar mal estructurada porque no tiene los
procedimientos para poder determinar con certeza la base del impuesto”,
aseveró.
Recordó que actualmente este tipo de servicios se gravan
dependiendo de dónde se preste el servicio, es decir, si un servidor se
encuentra en el extranjero y el servicio proviene de allá, el impuesto no se
paga en México, caso distinto a si el servicio y el servidor se encuentren en
México, ya que el pago del ISR sí se haría aquí.
“La ley está mal enfocada, aunque se podría corregir para
gravar adecuadamente a estas compañías”, acotó.
En su momento, Luis Antonio González Flores, administrador
central de Fiscalización de Grandes Contribuyentes Diversos del Servicio de
Administración Tributaria (SAT), indicó que no es necesario crear un nuevo
impuesto para gravar las transacciones digitales, sino más bien cobrar de
manera adecuada los ya existentes.